Luis Miguel Pérez Escanilla, concejal de Salud Pública del ayuntamiento de Plasencia, e Iván Vicente, gerente de la UTE Servicio de Aguas de Plasencia, comparecieron ayer en una rueda de prensa extraordinaria en la que han esclarecido que no existe relación entre el estado del agua y el brote de gastroenteritis entre residentes del PIR Los Monjes. 

El viernes 2 de septiembre salieron a la luz varios casos de niños que padecían síntomas de gastroenteritis en la zona. Esos casos, un total de 7, llevaron a que los médicos del centro de San Miguel dieran el aviso a Salud Pública. Así, desde el organismo, se comunicó al Ayuntamiento de Plasencia que el hecho se debía a una falta de cloración en el agua. Fue confirmado desde la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales. Al parecer, esos niños presentaban diarrea, pero «no fiebre y no han requerido ningún ingreso», según confirmó el concejal de Salud Pública del ayuntamiento. El hecho provocó que el consistorio ordenara a la UTE del agua aumentar los niveles de cloración y que Unidas Podemos solicitara «informes completos sobre la calidad del agua».

Durante la comparecencia, Luis Miguel Pérez Escanilla e Iván Vicente, explicaron que los 7 niños afectados «evolucionan de forma favorable». «En todo momento hemos estado alerta con lo que ha ocurrido», aseguró Pérez Escanilla. Iván Vicente agregó lo siguiente: «Hemos hecho análisis entre el viernes, sábado, domingo y lunes tanto en el centro sanitario San Miguel, como en la zona del PIR Los Monjes». Tras ellos, se observan que los parámetros de cloro y PH son correctos y normales «como en el resto de la población» y se evidencia «que el agua de la redistribución es completamente apta para el consumo humano».

El PH sí era correcto

El concejal de Salud Pública del ayuntamiento, alegó que «la farmacéutica del Centro de Salud San Miguel también realizó una analítica el mismo día en que se notificaron los casos». En ella, llevada a cabo en un domicilio de la calle Níscalo, se evidenció la ausencia de cloro. No obstante «el PH sí era correcto». 

Una avería

Luis Miguel Pérez Escanilla explicó que se dio «una avería ante la que hubo que reaccionar». Tras ella, la UTE del agua actuó de manera inmediata: cortó el agua y utilizó un suministro alternativo para paliar el corte en la zona afectada (el PIR Los Monjes). Hay un factor que destacó el concejal: «el PIR Los Monjes está en una zona alta y, aunque el agua que suministra el ayuntamiento llega allí en todos los bloques tienen un depósito privado desde el que bombean agua a los domicilios y ahí hay un punto crítico de control que es ajeno a las obligaciones de la UTE del agua». 

El ayuntamiento desconoce si esos bloques «llevan un plan de autocontrol de limpieza y desinfección y mantenimiento y cuidado de las tuberías», algo a lo que hace mención para conseguir paliar la situación y que «el agua llegue con la calidad óptima». Además, el concejal hizo alusión a un «posible arrastre de los restos de la tubería» tras la avería. 

En la misma línea, Iván Vicente, explicó: «Cuando se produce una avería fortuita en la red de abastecimiento, las tuberías van enterradas y a la hora de repararlas, en la propia manipulación, es inevitable que entren ciertas partículas del terreno que hay alrededor». Además, aseguró que la UTE del agua cuenta con «protocolos de actuación de reparación de averías» y que, «una vez finalizada la reparación» e «instalado el nuevo tramo de tubería» se restablece el suministro. Pero que «siempre» se aseguran de la correcta calidad del agua realizando una purgación de la red.

Además, el gerente de la concesionaria indicó que «el servicio municipal de agua es responsable del servicio y de la calidad del agua y lo garantiza hasta el límite de las fachadas de los usuarios», pero que no son conocedores de «lo que pasa dentro de las instalaciones interiores de cada usuario». Y aseguró que, pese a que el cloro es fundamental para eliminar bacterias, «un agua que no tenga cloro no significa que no sea potable». 

Potabilidad asegurada

El gerente de la UTE defendió que «la potabilidad del agua en Plasencia está asegurada y cumple todos los parámetros» registrados en el Real Decreto 140/2003. Debido a todos los análisis de cloros anuales realizados por la UTE del agua, el tratamiento, la desinfección y «el propio origen» de la misma, «su calidad en Plasencia es excelente», afirmó.

«Me ha sorprendido que se haya relacionado este brote de gastroenteritis en la parte de la población con el consumo del agua potable. Se ha hablado sin tener toda la información, no hay ningún informe por ahora que diga que esto ha sido por ello. El agua que se suministra a esta parte de la red de distribución es la misma que se distribuye al 60% restante de Plasencia», concluyó.