Alejandro López Cordero nació en Plasencia, pero pronto se marchó a vivir a Cáceres, donde comenzó sus estudios de música. Ahora, con 26 años, ha formado un trío de música clásica, Escalda, con el que actuará por primera vez y el destino elegido ha sido su casa, Extremadura.
En Plasencia y Cáceres le esperan gran parte de su familia, amigos, antiguos profesores... Por eso confiesa que está «nerviosísimo. «Va a ser muy, muy especial y más tratándose de Extremadura, que hay mucho movimiento cultural, pero nunca están demás cosas diferentes, nuevas y que la gente pueda disfrutar», subraya.
Porque el Trío Escalda no es una formación al uso. Junto a Paloma Pérez, de Huelva y su viola y a Jenna Vergeynst, de Gante, con su arpa, Alejandro aporta su flauta y esto hace que la sonoridad de sus interpretaciones «sea especial».
Lo podrán comprobar quienes acudan a su primera gira de conciertos, que iniciarán en la Casa de Cultura de Malpartida de Cáceres el 29 de septiembre y continuarán el 1 de octubre en el auditorio Santa Ana de Plasencia; el 5 de octubre en la Asociación Musical Cacereña, solo para socios y el 7 de octubre en el palacio de congresos de Villanueva de la Serena.
Todos comenzarán a las 20.30 horas y ninguno será «un concierto de música clásica al uso» porque «vamos a explicar la música un poco, las obras, tendremos comunicación con el público para que no sea solo llegar, escuchar música y ya está».
Fue en Amberes donde Alejandro conoció a Paula y Jenna y a raíz de que los tres querían tocar la misma obra, surgió la idea de investigar más repertorio conjunto y nació el Trío Escalda.
Desde Primaria
Es la primera formación que crea después de numerosos años de estudios y conciertos. Porque fue en segundo de Primaria cuando se apuntó a la escuela de música de Cáceres. Después pasó al conservatorio, donde estudió el Grado elemental y después el profesional. Entonces, decidió «intentar hacer de la música mi carrera» y se marchó a Granada para seguir formándose.
De ahí se fue de Erasmus a Viena y después a Amberes para hacer un máster. Ahora vive en Madrid, donde ha estudiado otro máster de música contemporánea, electroacústica e investigación y además, ha tocado en orquestas en Galicia, en Madrid y ha dado clases particulares.
Su intención es centrarse en los conciertos, aunque les acaban de seleccionar para un programa de posgrado de música de cámara en Gante y por tanto seguirá formándose. Pero está encantado porque lo que quiere es «tocar mucho con distinta gente y seguir aprendiendo. Todo lo que pueda ser la labor concertística me atrae y espero que no me falten cosas».
Aún así, su aspiración futura es «ser profesor», pero no tiene prisa, espera que llegue «cuando tenga mi mochila cargada de experiencias».