Los hosteleros no dejan de buscar camareros y cocineros, pero no encuentran. Sucede en Plasencia y en el resto de la región y, en la capital del Jerte, esto choca con la cantidad de alumnos que se forman cada año para trabajar en este sector, más de un centenar.
La oferta formativa es doble, pública y privada. En el segundo caso, está la opción de la escuela municipal de cocina, con dos años de formación abiertos a 15 alumnos por curso. Depende del ayuntamiento, pero hay que pagar matrícula.
Actualmente, está abierto el plazo de inscripción.
En cuanto a la oferta pública, se centra en el IES Sierra de Santa Bárbara, que ofrece hasta cuatro especialidades distintas y adaptadas a diferentes niveles de estudios, en horario de mañana y otros dos cursos, novedad este año, en horario de tarde.
Quienes no tienen el título de ESO pueden optar al Ciclo Formativo Básico de Cocina y restauración. «Es muy básico, pero ofrece una salida profesional» porque además los dos años que dura reciben prácticas, un mes y medio en total, explica Juan José Silva, jefe de estudios del centro.
Quienes sí tienen el título de ESO, pueden elegir entre el Grado Medio de Cocina y gastronomía y el de Servicios en restauración. Ambos tienen cuatro meses de prácticas y aprenden todo lo necesario para trabajar en restaurantes, hoteles, bares. «En unos meses de prácticas ya podrían ser cocineros o jefes de cocina, muchos ya salen formados para llevar una cocina, aunque todo depende de la iniciativa, ganas e ilusión del alumnado», señala Silva.
Pero el centro todavía oferta un nivel superior, el Grado Superior en Dirección de cocina, para los que tienen el Grado Medio o el Bachillerato aprobado y que forma para gestionar establecimientos de restauración. En este caso, realizan también cuatro meses de prácticas.
El futuro es dual
A pesar de que el alumnado está en contacto con las empresas en todas las opciones formativas, el director del instituto, Luis Manuel González, avanza que el próximo curso se implantará ya una modalidad dual, que consiste en ofrecer prácticas y contacto en las empresas desde el primer trimestre y varios días a la semana.
«La idea es que el alumno esté casi desde el comienzo en las empresas y en el instituto, con un tutor en ambos lados, así las empresas les irán viendo crecer», de forma que, una vez formados, será más fácil que les contraten.
A todo esto se suma además la posibilidad de hacer cursos por la tarde, con certificados de profesionalidad de Sumillería y Operaciones básicas de cocina.
Por el IES Santa Bárbara pasan cada año unos 120 alumnos y cuenta con 16 profesores. Tienen contactos con hasta un centenar de empresas y convenios «con paradores y restaurantes con estrella Michelín, tanto de la zona como fuera».
Con todo, Silva reconoce que existe un problema «entre la oferta y la demanda de trabajadores». Explica que muchos alumnos quieren marcharse fuera cuando terminan para trabajar con grandes chefs y también que ven que «la formación es más cómoda, pero el trabajo es más duro». Pero el centro también trabaja «para que se queden en la zona y la mano de obra revierta en Extremadura».
