8M en Plasencia: Premio a dos mujeres del ámbito judicial por su "ejemplo"

Hasta el año 1966, las mujeres no pudieron ser jueces. Antes, lo tenían "prohibido".

En la oficina de atención a las víctimas de delitos ubicada en los juzgados de Plasencia, la mayoría de las que acuden son mujeres, principalmente "por violencia de género, doméstica, delitos sexuales..."

8M en Plasencia: Homenaje a mujeres, talleres y manifestación

Son dos testimonios de las mujeres que este miércoles han sido reconocidas por el Ayuntamiento de Plasencia con motivo del 8M, Lourdes Barroso González y María del Mar Herrero Jiménez. Ambas del ámbito judicial y ambas "un ejemplo". Así lo ha destacado el alcalde, Fernando Pizarro, en un salón de plenos abarrotado de mujeres y hombres de los colectivos sociales de la ciudad y de los cuerpos de seguridad del Estado, además de parte de la corporación municipal.

Pizarro ha destacado la tarea "comprometida" de las dos. Lourdes Barroso lleva desde el 2015 al frente del juzgado de Instrucción número 2 de Plasencia y desde hace poco más de un año es la decana de los juzgados placentinos. Nació en Ahigal y ejerció primero como juez en Don Benito. Para ella, este reconocimiento es "muy gratificante, como mujer y como juez".

Además, ha recordado que "nos costó llegar" a ser jueces, pero hoy día, en la carrera judicial más de la mitad son mujeres, aunque aún son una minoría en cargos superiores. En su opinión, hay que luchar por "desterrar la idea" de que los jueces son "señores mayores, serios, machistas y alejados de la realidad" porque son "hombres y mujeres con gran sentido de la responsabilidad y también cercanía y humanidad". Sobre todo, ha destacado su función de "servicio al ciudadano".

Como el que ejerce también María del Mar Herrero, gestora procesal y administrativa de la administración de justicia y, desde el 2015, responsable de la oficina de atención a las víctimas de delitos, tanto del partido judicial de Plasencia, como del de Coria y Navalmoral.

Será su último puesto, ya que se jubila en junio y subraya que es también "el que más gratificaciones me ha dado". Por eso, antes de su jubilación, considera que este premio es "un brochecito muy bonito".

Señala que en su profesión no ha tenido techos de cristal, al contrario, pero sí ha visto a "muchas más mujeres que hombres" en la oficina. Confiesa que su trabajo conlleva "una carga emocional muy grande y te la llevas a casa, sobre todo cuando son niños" y aboga por darle mayor visibilidad al servicio porque tienden la mano a las víctimas y ofrecen desde asistencia psicológica, hasta información sobre cómo conseguir un abogado de forma gratuita.

Ambas se han emocionado al dedicar el premio a sus padres, al igual que la concejala de Igualdad, Mayte Díaz, nombrando a la suya. Díaz ha leído un manifiesto consensuado por el Consejo de la Mujer y elaborado por la Oficina de Igualdad y el alcalde ha incidido en el mensaje de que la igualdad es responsabilidad y voluntad "de todos".

Mujer, trabajadora e invisible

El grupo Da capo, con Beatriz Tejeda, junto a Nacho Caicedo (violín) y Eugenio Mateos (piano), han puesto la nota musical con el tema Mujeres.

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