ACTUACIÓN MUNICIPAL CONTRA LAS ORUGAS

Plasencia combate la procesionaria, con mayor incidencia este año

Se están realizando tres tratamientos para acabar con las larvas y se instalarán trampas para evitar su reproducción

El concejal, con una trampa para la procesionaria de Plasencia.

El concejal, con una trampa para la procesionaria de Plasencia. / TONI GUDIEL

Raquel Rodríguez Muñoz

Raquel Rodríguez Muñoz

El ayuntamiento no lo considera una plaga, pero sí se ha producido un aumento de la incidencia de oruga procesionaria este año en Plasencia y ha obligado al gobierno local a actuar para combatirla.

El concejal de Medio Ambiente, Sergio López, ha explicado este martes que, al no haber habido apenas heladas y sí altas temperaturas, han aparecido en parques y jardines y en zonas donde nunca habían supuesto una molestia. Así, se han detectado en los parques de La Isla y Los Pinos, en la calle de la Radio (tras Los Pinos), en el barrio de Gabriel y Galán y en puntos aislados como rotondas o calles.

Por eso, han comenzado a aplicarse ya tres tratamientos. En zonas como La Isla, por la cercanía del río y los parques y jardines donde juegan niños la UTE de jardines está cortando las ramas donde hay bolsas con larvas para quemarlas y evitar así que después salgan y bajen de los árboles para buscar un lugar donde enterrarse y convertirse en mariposas. Según López, en cada bolsa puede haber "entre 400 y 700 orugas".

Ramas cortadas con bolsas de procesionarias, en Plasencia.

Ramas cortadas con bolsas de procesionarias, en Plasencia. / EL PERIÓDICO

Por otro lado, en otras zonas se están realizando tratamientos químicos y también biológicos. Además, como método preventivo, se van a instalar trampas de feromonas, que atraen a los machos a un receptáculo del que ya no pueden salir y que dispone de una bolsa donde caen ya muertos. De esta forma, se quiere "evitar la reproducción" de cara al próximo año.

López ha querido tranquilizar a la población y ha pedido "precaución" y evitar acercarse a las procesionarias porque, si se tocan, lanzan sus "pelos urticantes", que provocan alergias y habones y son también muy dañinos para las mascotas.

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