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Análisis

Biometano en Extremadura: sostenibilidad, ciencia aplicada y negocio

La empresa AGF, con raíces extremeñas, ha sido la primera en inyectar biometano a un gasoducto de distribución en España

Borja Cárdenas Tobías, responsable de Comunicación de Fundecyt-PCTEX

Borja Cárdenas Tobías, responsable de Comunicación de Fundecyt-PCTEX / EL PERIÓDICO

Borja Cárdenas Tobías*

El biogás y el biometano viven un momento de esplendor. Casi podría hablarse del nacimiento de un sector. Su diferencia con el gas natural, o una de las más significativas, es que no es de origen fósil. Y es renovable. Mientras que el gas natural necesita millones de años para descomponer materia orgánica bajo el subsuelo y hay que extraerlo-y se agotará con el tiempo-, el biogás se genera a partir de la actuación controlada de microorganismos en materia orgánica como residuos agrícolas, estiércol, residuos alimentarios o aguas residuales. En términos ambientales también hay un abismo. El gas natural produce emisiones significativas de CO², aún siendo más limpio que otros combustibles fósiles como el carbón; el biogás, en cambio, contribuye a reducir las emisiones de efecto invernadero y es neutro en carbono. 

En España el sector factura aproximadamente 400 millones de euros al año. Existen más de 200 plantas de biogás operativas en nuestro país, y muchas menos, alrededor de 10, que producen biometano. Lo que distingue a un gas de otro radica en su nivel de pureza. Aunque el biogás puede emplearse como combustible para cocinar, calentar o generar electricidad, su alto contenido en CO² y otros contaminantes lo hacen menos eficiente y limita enormemente su uso. El biometano es biogás purificado, similar al que llega a nuestros hogares, puede ser empleado de la misma forma y es apto para ser inyectado a la red de distribución. Y en el proceso de conversión de uno a otro hay mucha ciencia, tecnología, y también negocio. 

El equipo de AGF en sus oficinas de Badajoz e instalación Industrial de AGF dedicada a procesos de biogás y biometano.

El equipo de AGF en sus oficinas de Badajoz e instalación Industrial de AGF dedicada a procesos de biogás y biometano. / EL PERIÓDICO

La empresa AGF tiene gran parte de su génesis en Extremadura. Acaban de abrir nueva sede y, ojo, que han sido los primeros en ser capaces de inyectar biometano a un gasoducto de distribución en España. En Reino Unido, Italia, Grecia, Holanda, Portugal o Noruega conocen bien su trabajo. Y su éxito. Y empiezan a tocar mercado en México y Argentina. Facturan alrededor de tres millones de euros, pero aseguran que esta cantidad se incrementará considerablemente en los próximos años. Nacida, en parte, en un laboratorio casero instalado en la casa familiar de la localidad pacense de La Lapa de uno de sus fundadores, Francisco Guzmán, AGF ve la luz como empresa en 2015 en Tarragona, cuando Guzmán se asocia con el valenciano Fernando Selva. Ahora, esta empresa dedicada al gas renovable ha elegido Badajoz por su «realidad transfronteriza internacional y las posibilidades de apertura al mercado portugués». Aunque hoy cuenta con oficinas en otras ciudades españolas, han decidido instalarse en el Parque Científico y Tecnológico de Extremadura para crecer. Aseguran que asistimos al surgimiento de un mercado que no existía y que Badajoz tiene potencial. Las cifras les avalan: las instalaciones que han pasado por las manos de AGF han revalorizado más de 235.000 toneladas de residuos, produciendo la energía equivalente al consumo de más de 10.000 hogares durante un año. 

Veinte trabajadores

Con algo más de veinte trabajadores, en su mayoría ingenieros y técnicos, en la actualidad operan tres plantas de biogás, dos de biometano y una 'miniplanta', esta última capaz de acercar las bondades del biogás a pequeña escala. Ahora, la industria que genere cantidades modestas de residuos orgánicos como fábricas de alimentos, comedores universitarios, hoteles o pequeñas localidades alejadas de ecoparques pueden revalorizarlos, recuperar nutrientes y generar energía. Pura economía circular, imperativa en tiempos de descarbonización. Ya han propuesto al Ayuntamiento de Badajoz una demostración de su tecnología, propia y pionera a nivel mundial, que permite la valorización de los residuos orgánicos generados en los hogares. Los restos de cáscaras de frutas y verduras, posos de café, poda y jardinería, y todo material biodegradable que generamos en nuestras casas ya pueden ser la fuente de la energía que consumimos. Para conseguirlo, AGF utiliza agua. Solo agua. Con su tecnología, aprovechan la diferencia de solubilidad de los gases para separar el metano del resto y así generar biometano con valores similares a los del gas natural.

Pero AGF ofrece, además, la respuesta a uno de los grandes retos del sector: la logística. Muchas plantas de biometano están alejadas de la red de gasoductos, lo que implica transportarlo en forma de gas comprimido allí donde ha de ser inyectado. Los gasoductos de transporte trasladan gas natural a largas distancias y alta presión, mientras que los de distribución lo hacen en áreas más reducidas, a presiones más bajas y son los que nos llevan el gas a casa. Y AGF es una de las pocas empresas del mundo que cuenta con una tecnología propia de criogénesis (creación y el mantenimiento de condiciones de frío extremo) para inyectar gas a gasoducto de transporte, algo que aseguran no es tarea fácil y supone un verdadero desafío técnico. Todo lo que saben, todo lo que comercializan, nace en el CIAD, su propio Centro de Investigación y Desarrollo Aplicado. Es aquí donde generan el conocimiento, los procesos y la ciencia, como la microbiología y la termodinámica, que les convierte en verdaderos referentes del sector. Un ejemplo tremendamente ilustrativo de lo que significan las siglas I+D+i, de cómo la ciencia se convierte en negocio y de transferencia al mercado de lo que se cuece en un laboratorio. Y es que AGF bien atestigua la posición privilegiada de Extremadura para liderar la producción de biometano, apoyada en su industria agroalimentaria, su ubicación estratégica, el potencial del sector de las renovables y el desarrollo tecnológico de nuestras empresas.

*Borja Cárdenas Tobías es Responsable de Comunicación de Fundecyt PCTEX

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