La crisis sanitaria provocada por la covid-19 está generando un impacto negativo, sin precedentes, en el tejido empresarial y el empleo. La caída del PIB en un 18,5 % durante el segundo trimestre del año ubica la economía española en recesión técnica y augura una salida de esta crisis más lenta de lo que se esperaba.

Esta situación nos obliga a modificar nuestra hoja de ruta, con el objetivo prioritario de contribuir a reducir los negativos efectos de esta crisis en las empresas, autónomos y familias de la región.

Por ello, desde la Junta de Extremadura desarrollamos, desde el minuto uno de esta crisis, un conjunto de medidas no sólo desde la perspectiva sanitaria sino desde todas las áreas de la administración, para dar una respuesta integral a las excepcionales circunstancias generadas por la pandemia en los ámbitos económico, social y laboral.

Medidas como las destinadas a dotar de liquidez a las empresas, las dirigidas a flexibilizar las condiciones de ayudas y subvenciones previamente concedidas, las moratorias de impuestos, las nuevas reglas para los contratos de suministro o las nuevas prestaciones por cese de actividad aportaron, particularmente durante el periodo de estado de alarma, un alivio a las tremendas dificultades que estaban viviendo los sectores económicos.

Una vez flexibilizadas las condiciones para la vuelta de la actividad empresarial y el levantamiento del estado de alarma, desde la Administración regional hemos continuado trabajando para amortiguar el impacto económico y social de la pandemia, apoyando a los trabajadores y a los empresarios de nuestra región, así como a las familias, con el objetivo de preservar el tejido productivo y las rentas en las mejores condiciones posibles para afrontar con garantías la recuperación.

El punto de partida para el desarrollo de actuaciones, posteriores a la crisis provocada por la covid-19, es la Agenda para la Reactivación Social y Económica de Extremadura. Un documento que presenté en el Debate sobre la Orientación de la Política General de la Junta de Extremadura celebrado el pasado mes de julio y que nos permitirá trabajar propuestas y acordar conclusiones conjuntas para abordar la recuperación sobre la base de los retos estratégicos que tenemos como región.

Este documento plantea una serie de actuaciones enmarcadas en once ejes estratégicos: Empleo y competitividad empresarial; Estrategia digital; Pacto por la Ciencia y la Tecnología; Plan Integrado de Energía y Clima; Reto Demográfico y Despoblación; Sanidad y Políticas Sociales; Igualdad de Género; Unión Europea; Reforma de la PAC y Política de Cohesión; Plan de Vivienda y Movilidad e Infraestructuras.

La Agenda ha sido impulsada desde el ámbito de la concertación social y parte del diálogo y la construcción común en torno a los consensos básicos. Un ejemplo más de la forma de hacer política de la Junta de Extremadura, en la que la participación y el compromiso representan elementos imprescindibles para el progreso económico y social, tal y como se plasma en el Estatuto de Autonomía de Extremadura.

En los complicados momentos en los que vivimos, los consensos no son solo necesarios, sino imprescindibles, por lo que cobra aún más valor el acuerdo entre el Ejecutivo autonómico y los agentes económicos y sociales para elaborar este documento en el que diseñamos conjuntamente una hoja de ruta para salir de esta crisis que marcará el futuro de Extremadura, introduciendo retos claves que propicien la creación de marcos de oportunidad para la participación ciudadana y que, además, permitan activar la responsabilidad compartida en la toma de decisiones políticas.

Por otro lado, con el objetivo de reactivar la economía extremeña y acelerar la recuperación económica estamos ultimando un Plan de Actuación sobre la Demanda de Extremadura, que verá la luz el próximo otoño. Se trata de un plan dotado con 65,6 millones de euros y encaminado a incentivar el consumo en aquellos sectores más castigados por la crisis, como las pymes y autónomos del sector del textil y el calzado, del mobiliario y los electrodomésticos y todo lo relacionado con las mejoras de habitabilidad y consumo energético en el sector de la construcción, como aislamientos de fachadas, cubiertas, ventanas, protección solar, toldos, calderas de condensación de ACS, griferías y sanitarios, plataformas salvaescaleras, rampas y elevadores.

De esta forma, y a pesar de las difíciles circunstancias que nos han tocado gestionar, sigue vigente nuestro compromiso con el objetivo inicial de servir a las empresas, autónomos, comerciantes, instituciones y colectivos que conforman el tejido económico y social de Extremadura, acompañándoles desde su creación y apoyando la mejora de su competitividad y de sus posibilidades de expansión internacional.