Extremadura es uno de los mejores lugares para emprender. Estoy realmente convencido de ello. Porque tenemos las infraestructuras, porque tenemos el capital humano y mucho talento y porque gracias a la excelente actitud y aptitud de las principales instituciones (la Junta de Extremadura, la Diputación de Cáceres, y la Diputación de Badajoz), la colaboración público-privada es un paradigma, es un modelo a seguir y una referencia sin duda alguna.

El mundo está inmerso en un proceso global de transformación digital que marcará el rumbo para los próximos años y esta vez Extremadura ha llegado a tiempo. Nuestra región lleva muchos años apostando de manera decidida por la digitalización, innovando, recorriendo un camino cuyo destino ni siquiera se conocía. Y eso es lo que hace posible que hoy, cuando ya no hay marcha atrás posible en ese proceso de transformación digital, Extremadura esté en una posición de privilegio para afrontar los enormes retos que ya estamos encarando.

Porque a día de hoy tenemos en muchos pueblos mejores conexiones a internet que en las grandes capitales europeas gracias a un despliegue de fibra óptica que avanza sin descanso y que en este último año se ha acelerado. En nuestras habituales conversaciones con alcaldes cada vez son más los que nos cuentan historias de vecinos que han decidido regresar porque ahora -ahora sí- pueden desarrollar sus proyectos empresariales o teletrabajar desde su tierra. Y ese, no lo duden, es el mejor ejemplo, más allá de grandes discursos, de cómo la tecnología ayuda a cambiar la vida de las personas. Y como decía anteriormente, porque en Extremadura existe desde hace años un modelo de colaboración público-privada que funciona de manera envidiable.

Todo esto debe ayudarnos a abordar con garantías el gran reto que tenemos ahora por delante: la digitalización de las pequeñas y medianas empresas de Extremadura, que son la clave y el sostén del sistema productivo extremeño. Porque Extremadura sólo habrá completado su proceso de transformación digital cuando se transformen sus pymes.

En Telefónica tenemos claro que la transformación digital no es una opción o una alternativa para nuestras pymes. No es solo un camino nuevo para explorar nuevas vías de negocio o para mejorar de productividad. La transformación digital es una necesidad, una obligación para los que quieran poder competir en un mercado que estará completamente digitalizado en los próximos años. Pero también una grandísima oportunidad.

Y me gustaría detenerme en dos aspectos que en los últimos años han demostrado ser imprescindibles -y complementarios- en los procesos de digitalización de empresas y administraciones. Me refiero a la ciberseguridad y a los servicios de cloud.

El Cloud o nube no es algo nuevo ni ajeno a la sociedad en su conjunto. La nube lleva ya unos años con nosotros, casi sin darnos cuenta. No hay más que echar un vistazo a nuestro Smartphone para comprobarlo: Los datos que usamos, las aplicaciones que utilizamos o instalamos residen en su inmensa mayoría en la Nube, siendo nuestro teléfono tan sólo un ‘escaparate’ de datos y aplicaciones que nos muestra un parte de algo mucho mayor. Whatsapp, Gmail, Youtube, la app de Movistar + son claros ejemplos del uso de la nube, donde los contenidos son descargados, ejecutados o procesados bajo demanda de nuestros usuarios.

Igualmente, las empresas y administraciones públicas llevaban también utilizando la nube hace algún tiempo, fundamentalmente para la gestión del correo electrónico, documentos compartidos, aplicaciones empresariales de gestión, etcétera.

Sin embargo, la pandemia ha impactado de lleno en nuestra sociedad y de la noche a la mañana, los trabajadores, maestros, alumnos, clientes y socios se han tenido que conectar a sus organizaciones desde sus casas estresando de manera exponencial los sistemas y los departamentos tecnológicos por la obligación de esta nueva relación digital, que es bajo demanda y flexible y que desde luego no estaba planificada.

Aguantar esta presión y responder a dicha demanda sólo ha sido posible gracias a que los sistemas y equipos han sido capaces de disponer de recursos escalables, flexibles, ágiles, seguros y cuyo medio natural es el trabajo bajo demanda en 24x7, ‘alwayson’. Esto es el Cloud.

Pero no sólo la pandemia ha resaltado las ventajas o la necesidad del Modelo Cloud en nuestras organizaciones. Las tendencias de comportamiento de los usuarios, la innovación tecnológica, el uso masivo de datos para la toma de decisiones en tiempo real, o la necesidad de desplegar nuevos modelos de negocio de manera ágil para defenderse o atacar nuevos mercados tiene también un fuerte aliado en la Nube, ya que nos permite reducir en un 16% los costes operativos; aumentar en un 21% la mejora en los tiempos de comercialización; multiplicar por 20 la velocidad en el desarrollo de nuevos proyectos y servicios; reducir en un 30% los costes generales de IT; y mejorar en un 94% la seguridad.

Pero este cambio de paradigma tecnológico, de la evolución de los centros de proceso de datos propios hacia la nube, no está exento de desafíos. ¿Cuál es la mejor nube? ¿Pública? ¿Privada? ¿Híbrida? ¿Cómo controlo los costes? ¿Cómo se gestiona la seguridad? ¿Cómo integro lo actual con este nuevo modelo? ¿Cuáles son los modelos de responsabilidad?

Para apoyar a nuestros clientes en este viaje a la nube, Telefónica, gracias a su posición líder en el mercado del Cloud y gracias a sus acuerdos con los principales proveedores de Cloud como Google, Microsoft, Amazon o SAP, a su equipo certificado y multidisciplinar, a nuestra VDC, infraestructura propia de Cloud Privada e Híbrida con sede en España, es capaz de acompañar a empresas y organizaciones en todas las etapas de este viaje hacia la nube.

Somos el socio ideal en este ámbito ya que contamos con nuestra experiencia propia en este viaje a la nube, tenemos el soporte local para atender a nuestros clientes, integración con nuestras soluciones líder de conectividad Cloud Ready Flex Wan y una llegada de apoyo comercial para que nuestros clientes se sientan en todo momento acompañados.

Este viaje a la nube que ya ha comenzado presenta grandes ventajas, pero la conectividad hacia esos servicios abre la puerta al mismo tiempo a posibles ataques informáticos. Casi más que informáticos, sociales, aprovechando el punto más vulnerable de todos, que somos las personas.

La ciberdelincuencia se ha especializado mucho, usando cada vez tácticas, técnicas y procedimiento (TTPs) más sofisticadas que junto a un entorno a proteger más complejo y distribuido donde ya no existe el concepto de “perímetro tradicional”, retan permanentemente las infraestructuras humanas y tecnológicas de las organizaciones. Es decir, los clásicos antivirus y firewalls, aunque necesarios, ya no son suficientes.

Por ello, desde Telefónica proponemos un modelo de Seguridad Gestionada donde nuestros clientes pueden descargar esas tareas de monitorización, detección y respuesta ante posibles ataques. Este modelo de seguridad gestionada presenta las siguientes ventajas: mínima inversión para despliegue, integración de la infraestructura del cliente y puesta en marcha; mismos servicios que en modelo tradicional y mayor flexibilidad en la evolución; compartición de inteligencia de amenazas entre los clientes; aplicación de modelos y casos de uso de propagación horizontal y vertical; y evolución transparente para el cliente y fácil integración de nuevos servicios.

En definitiva, compartimos una red internacional donde la inteligencia colectiva en nuestros centros de soporte y otras entidades públicas y privadas de todo el mundo es compartida y entregada.

Es el momento de abordar de manera decidida ese proceso de transformación digital, y para ello hay que buscar un compañero de viaje con experiencia y preparación para abordar nuevos retos. En Telefónica estamos preparados. ¿Te vienes?