El consejero de Economía, Ciencia y Agenda Digital, Rafael España, presentó el pasado mes de abril el Digital Innovation Hub (DIH) de Extremadura, al que definió como “uno de los pilares fundamentales de la nueva política europea de digitalización y una nueva herramienta a disposición del tejido empresarial extremeño”. Se trata de una gran herramienta, muy útil para el empresariado regional, en el actual reto de la digitalización.

El DIH Extremadura (Tech4E) es una ventanilla única de servicios de formación para mejorar el uso de las tecnologías digitales, servicios tecnológicos de I+D+i para el desarrollo de planes de digitalización adecuados, y servicios de desarrollo de negocio para rentabilizar las inversiones que se realicen. Y todo ello con el fin último de liderar la digitalización de las empresas extremeñas.

La creación de una red de Digital Innovation Hubs es uno de los pilares fundamentales de la nueva política europea de digitalización de la industria, que tiene el objetivo de alcanzar el 20% del PIB industrial en Europa, y que esta reindustrialización venga de la mano de una industria inteligente, innovadora, y sostenible. 

Probablemente, en ecosistemas más desarrollados, la especialización tecnológica permite aportar a la industria soluciones que les lleven a competir con nuevos productos de alta gama, con altos estándares de calidad y con alto valor añadido. Sin embargo, hay sectores y mercados, como sucede en nuestra región, en los que la clave de la competitividad está en productos y servicios adaptados a condiciones extremas de uso en términos de conectividad, mantenimiento, capacitación del usuario y, como consecuencia, con precios lo más reducidos posible.

En este contexto, Extremadura, tal y como se contempla en su RIS3, quiere ser un gran ‘laboratorio vivo’ para el desarrollo y validación de tecnologías que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos y el aprovechamiento industrial de los recursos naturales de la región. 

La especialización de Extremadura contribuye especialmente a la resolución de los retos sociales y ambientales de la estrategia Europa 2020, revalidados en el próximo Horizonte Europa y, especialmente, en el Pacto Verde Europeo. 

Las estrategias RIS3 de Extremadura y Extremadura 2030 de Economía Verde y Circular cuentan con una marcada especialización en tecnologías relacionadas con la eficiencia en el uso de los recursos para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y la competitividad de las empresas, al tiempo que se cuida la sostenibilidad ambiental y se contribuye al cambio del modelo económico, todo ello basado en los recursos y capacidades del Sistema Extremeño de Ciencia, Tecnología e Innovación. 

Esta especialización determina la oportunidad de crear un Digital Innovation Hub (DIH Extremadura Tech4E) alineado con estas macro tendencias globales a las que las empresas deben responder si desean abordar nuevos horizontes tecnológicos y de mercado.

En concreto, cuatro ámbitos configuran la orientación tecnológica que deseamos para el Digital Innovation Hub extremeño:

Energía

Tecnologías y sistemas energéticos seguros, limpios y eficientes. Eficiencia energética, como principal fuente de reducción de costes a la que se enfrenta la industria, y que, además, supone una importante contribución a reducir la huella de carbono de la producción y, con ello, a la reducción de su impacto sobre el medio ambiente. Del mismo modo, la integración de sistemas productivos con sistemas de generación de energía, siguiendo modelos de economía circular, resulta clave para la traslación de proyectos productivos a países con baja calidad del suministro energético.

Ecología

Uso eficiente de los recursos naturales, movilidad sostenible, sostenibilidad agroalimentaria y economía de base tecnológica. El medio ambiente es considerado por los economistas actuales como el cuarto factor de producción. La conciencia de límite en el uso de los recursos supone una restricción, cada vez más generalizada, al desarrollo industrial y que cambia el paradigma de la productividad, propio de una economía basada en el petróleo, por un nuevo paradigma, el de la sostenibilidad, propio de un nuevo modelo económico que busca fuentes renovables y que trata de optimizar los procesos biológicos y biotecnológicos para usos industriales. En estos momentos, la falta de productividad de los recursos y procesos biológicos es el principal reto al que se enfrenta la ciencia y la tecnología, dando lugar a un progresivo proceso de transición de una economía de fuentes fósiles a una Bioeconomía.

Equidad

Sociedades inclusivas, seguras, conectadas y con mejor calidad de vida. El concepto de igualdad, o de equidad, hace referencia a la dimensión social de la actividad económica, y constituye una brecha que se hace cada vez más grande entre el Norte y el Sur, en incluso en el seno de las sociedades desarrolladas, dando lugar a alguno de los problemas más acuciantes, como los procesos migratorios, o los desequilibrios demográficos.

Economía

Transformación digital e Industria 4.0 para un futuro sostenible. Conceptos como ‘clase economy’ o ‘low cost’ son tendencias que requieren de esfuerzos de eficiencia en el uso de los recursos, o en el rediseño de procesos para que la competitividad no dependa del bajo coste de mano de obra, o de procesos poco sostenibles ambientalmente.

La industria europea se enfrenta a estas tendencias de mercado, y a la competencia de países con menores estándares de calidad, ambientales o laborales. 

Una opción es salir de esos segmentos de mercado, pero, sin ellos, será difícil converger con el 20% del PIB industrial. 

La reindustrialización de Europa pasa también por hacer competitivas a las empresas que operan en sectores tradicionales en los que el precio marca la diferencia, sin que la mejor alternativa sea la deslocalización de la producción y el foco en los servicios, tanto de diseño y desarrollo como de comercialización, porque, además, estas actividades son menos inclusivas en términos de empleo que las actividades productivas.