Cuando ya había quedado atrás lo peor de la pandemia y se enfilaba la recuperación económica, la incertidumbre y graves consecuencias provocadas por la invasión de Rusia a Ucrania ha vuelto a teñir de interrogantes el futuro.

En estos tiempos de evidentes dificultades, las empresas, columna vertebral del tejido productivo y creadoras de empleo de nuestra región, están volviendo a demostrar la gran fortaleza que les caracteriza para mantener sus negocios y, con ellos, la actividad económica.

Los empresarios y empresarias son auténticos líderes sociales con los que el conjunto de los ciudadanos estamos en deuda, ya que con su talento, su capacidad innovadora, su presencia exterior y su compromiso con la sociedad han realizado una aportación esencial para superar la crisis de la covid-19, y la siguen realizando hoy en este nuevo entorno económico tan desfavorable para todos. 

La mejor manera de compensar este esfuerzo es ayudar al ámbito empresarial para apuntalar la reconstrucción económica que habíamos iniciado. Y es que, sin iniciativa privada, no hay crecimiento. Por ese motivo, desde la Cámara de Comercio de Cáceres no cejamos nuestro empeño en crear nuevas conexiones empresariales e institucionales que deriven en sinergias en las que confluyan los intereses públicos y privados y se puedan aprovechar todas las posibles oportunidades de inversión, con el fin de fortalecer el tejido productivo de nuestra provincia, haciéndolo más extenso y de mayor tamaño como el mejor antídoto contra la despoblación , que es sin duda la mayor amenaza que se cierne sobre el futuro de nuestra sociedad

Ayudar y asesorar a las empresas que siguen levantando sus persianas contra todo pronóstico, priorizar la creación de puestos de trabajo en la empresa privada, y colaborar de forma constructiva con las administraciones y organismos públicos para recuperar cuanto antes la senda del crecimiento, son los principales ejes en la hoja de ruta que se ha diseñado desde la Cámara de Comercio de Cáceres para que, después de la terrible tempestad generada por la pandemia, y ahora por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, vuelva la calma.

Seguimos reforzando nuestra incondicionalidad con las empresas, mediante la ayuda que les brindamos para reducir toda complejidad burocrática con la que deben lidiar en su día a día, y muy especialmente acompañándolas para dar el salto a la era digital, ya que la oportunidad de crecer, de mejorar y de ganar competitividad para reforzar todos los sectores de nuestro tejido productivo pasa obligatoriamente por la digitalización.

Asimismo, trabajamos en dar respuesta a las reivindicaciones de las pequeñas y medianas empresas de nuestra provincia, priorizando el dotar al territorio de más y mejores infraestructuras, cuya carencia nos ha hecho pagar durante décadas un alto precio en términos de competitividad.  

Junto a esta reivindicación aflora la de poner remedio al déficit estructural que sufre nuestra provincia en materia de industria, ya que resulta incuestionable que una parte importante del progreso viene ligado a este sector. La actividad industrial genera riqueza, estabilidad y una mayor tributación y cotizaciones sociales necesarias para el sostenimiento del estado del bienestar. La industria es, por tanto, un eje clave de la economía de nuestra tierra y debe ser, por tanto un factor de desarrollo fundamental en los próximos años.

La prestación de ayudas directas a las empresas para que desarrollen la formación laboral propia ajustadas a sus necesidades , contar con más ayudasa la internacionalización, que compense el sobrecoste logístico que sufre la empresacacereña y garantice su acceso al mercado mundial, y un tratamiento fiscal favorable y diferenciado a la provincia de Cáceres, lo suficientemente atractivo para que atraiga inversiones de fuera, con el objetivo de facilitar la instalación de pymes en el mundo rural y hacer de éste un medio más atractivo y sostenible, completan las reivindicaciones que desde la Cámara de Comercio de Cáceres llevamos por bandera.

Los fondos Next Generation son, sin duda, parte fundamental en dar continuidad a esta reconstrucción económica, con el fin de hacer nuestra provincia más digital, más resiliente y mejor adaptada a los retos actuales y futuros. Proyectos del ámbito de las energías renovables, el sector agroalimentario, así como del turismo son clave para incentivar el enorme potencial económico que tiene nuestra provincia.Estos fondos van a contribuir de manera definitiva en este proceso de recuperación, y las empresas deben estar siempre en el foco de toda política que se implemente por parte de las instituciones.  

Estamos en un momento crucial para el devenir de la provincia de Cáceres, con muchos retos pendientes y uno de ellos es incrementar la competitividad del tejido empresarial -con la digitalización e innovación como palancas-, comprometido con la sostenibilidad, los desafíos sociales y los valores de las nuevas generaciones de consumidores. Así debemos encarar la recuperación económica, procurando ganar en tamaño y en calidad. No hay tiempo que perder.

*Gabriel Álvarez Arroyo es presidente de la Cámara de Comercio de Cáceres