Desde los orígenes de la medicina, la naturaleza se ha comportada como la mejor proveedora de remedios. Ya en el Neolítico se detectaban patologías como la artritis o la acondroplasia, y se descubrieron trepanaciones como técnica para aliviar a los humanos de cualquier mal. Los principios activos de las plantas contribuían a la sanación, o, al menos, así lo creían.

En pleno siglo XXI, con los avances tecnológicos y científicos, la medicina no necesita el valor curativo de la naturaleza, pero todavía muchas personas optan por esos productos para calmar o aplacar dolencias menores, o para prevenir patologías.

Ejemplo hay miles. Uno poco conocido para la mayoría es la semilla de fenogreco, el producto natural que mejor emula el protector de estómago más vendido en farmacias, Omeprazol. Las pepitas de alholva o fenogreco tienen un sabor fuerte, algo picante, y un aroma penetrante. Por su composición y principios activos estamos hablando de una planta interesante con diversos usos medicinales, que van desde el tónico digestivo, a su ayuda en el tratamiento de problemas de estreñimiento o diabetes, e incluso para aliviar dolores menstruales. Una de las cualidades más debatidas actualmente es si su consumo incrementa los niveles de leche materna. Esta creencia se remonta siglos atrás, pues las mujeres de Oriente Medio tomaban este planta con la convicción de que les ayudaría a producir más leche. 

El fenogreco Trigonella foenum-graecum L. es una planta anual, de la familia de las leguminosas, de entre 20 y 40 cm de alto, bastante olorosa, y con las flores, de color blanco o ligeramente amarillento, que aparecen solitarias o en parejas. Contiene en su interior unas 10 a 20 semillas, dispuestas en una fila única. Estas semillas, que constituyen la parte medicinal de la planta, son ovaladas, de color crema o pardo claro, y emanan un aroma penetrante. Su origen queda establecido de Asia occidental hasta la India y el norte de África, y pudo ser traído a Europa occidental por los árabes, pero en la Grecia clásica era ya bien conocido. En su composición nutricional también destaca el aporte de varios nutrientes, especialmente hierro y fibra, y en una cucharada de semillas encontramos en torno a 35 calorías.

¿Qué pasa si tomo fenogreco?

  • Las semillas de fenogreco favorecen la recuperación del apetito y ayudan a regular la digestión. 
  • Reconstituyente natural que fortalece el organismo y sirve como apoyo válido en casos de anorexia moderada, delgadez excesiva y debilidad física. 
  • Al ser antiinflamatrio es un recurso eficaz contra la gastritis y los cólicos. 
  • Efecto antianémico por su alto contenido en hierro y vitaminas.  
  • Apoyo en casos de estreñimiento ocasional al actuar como un laxante suave.
  • Puede ser útil para tratar la diabetes tipo 2 y, en menor medida, también del tipo 1. Se le atribuye un efecto hipoglucemiante suave. 
  • Se considera altamente eficaz como remedio ginecológico para aliviar el dolor menstrual. Las semillas de alholva contienen fitosteroles, diosgenina y fitoestrógenos, y pueden ejercer un efecto antiinflamatorio y antiespasmódico comparable al ibuprofeno para aliviar el dolor menstrual y la mastalgia.  
  • La práctica tradicional y de herbolario aconseja la toma de semillas de fenogreco para plantar cara al colesterol. Podría ser eficaz para disminuir los niveles de colesterol total y los del colesterol malo o LDL, pero parecería que su efecto es mucho menor sobre las lipoproteínas de alta intensidad o HDL, o los triglicéridos, según se desprende de diversos estudios.
  • Podría ser útil, y de nuevo se trata de un uso tradicional, la ingesta de té de fenogreco para favorecer la producción de leche materna durante la lactancia, lo que se conoce como efecto galactógeno. 
  • Se habían recomendado los extractos de fenogreco en tratamientos ginecológicos para tratar los diferentes síntomas de los ovarios poliquísticos, de manera que podrían reducir el tamaño de los quistes y ayudar a regular la duración del periodo menstrual.
  • En uso externo, la decocción de semillas de fenogreco, o bien la harina de fenogreco, aplicada en forma de cataplasmas o en emplastos, se ha mostrado muy eficaz para ayudar a eliminar el acné, para combatir urticarias, eccemas, forúnculos y abscesos.
  • Remedios tradicionales con harina de fenogreco, aplicados en forma de cataplasmas o emplastos, se han empleado, por su actividad antiinflamatoria, para mitigar el dolor y la inflamación en esguinces, torceduras y contracturas.
  • Y la decocción isotonizada (depurada) se ha aplicado en colirio para tratar la inflamación de párpados (blefaritis) y de la conjuntiva del ojo (conjuntivitis).
  • En forma de gargarismo o colutorio, se ha usado para aliviar la irritación de garganta en faringitis y para combatir determinados síntomas de la alergia respiratoria.
  • Otros usos atribuidos al fenogreco no parecen contar con apoyo científico, como su capacidad para favorecer la fertilidad en el varón, o su supuesta eficacia para disminuir algunos de los síntomas de la enfermedad de Parkinson según informan desde la web de salud y bienestar web consultas. En cualquier caso, cabe estar atentos a la posible aparición de nuevos estudios en el futuro.

¿Cómo se puede consumir el fenogreco?

Una de las formas tradicionales de tomar fenogreco es con un té. Estos son los ingredientes:

  1.  1 cucharadita de semillas de fenogreco por cada taza de té
  2.  1 taza de agua por cada cucharadita de semillas

En primer lugar, trituramos las semillas con un mortero o cualquier otro método que consideremos conveniente. Hervimos el agua. Agregamos las semillas con otro ingrediente que maride y nos parezca oportuno. Como cualquier otra infusión, dejamos que repose durante unos tres minutos. Concluida la espera, servimos, agregamos el endulzante que nos plazca y a disfrutar.