Mérida arropa a la Burrita y la Sagrada Cena

Capas rojas y palmas amarillas dan la bienvenida a la Semana Santa de Mérida. Cornetas y tambores resuenan en las calles de la capital autonómica, que ya respira incienso, fervor y emoción. La Cofradía Infantil y la Sagrada Cena son las protagonistas del Domingo de Ramos, entrada triunfal a una semana de Pasión declarada fiesta de interés turístico internacional desde 2019. En esta ocasión el tiempo acompañó y ambas congregaron multitudes al paso de la Burrita y especialmente, el palio de la siempre bella Virgen del Patrocinio. 

Los primeros en iniciar su estación de penitencia fueron los costaleros de la cofradía de la Sagrada Cena, que entre aplausos realizaron la primera levantá de la Semana Santa de Mérida. Como ya es tradición, los hermanos pidieron la venia (este año a cargo de Pablo Burgos, el fundador de la hermandad, y su nieto, queriendo significar con este sencillo acto la continuidad y el futuro de la vida cofrade) y a las cinco de la tarde la iglesia de San José abría sus puertas para dar paso a la cruz de guía. 

Majestuoso lució el misterio de la Sagrada Cena mecido por sus 45 costaleros, acompañados por la banda del Resucitado de Badajoz. Este año estrena la vajilla, un diseño exclusivo de los hermanos Pérez Vinagre basado en la cerámica de Terra Sigillata del siglo I y el asesoramiento del arqueólogo Miguel Alba. Por su parte, la Virgen del Patrocinio y sus 35 costaleras levantaron emociones bailando por las calles de Mérida al son de la Banda Municipal de Música de Talavera la Real.  

En el recorrido tradicional de esta procesión destacan la bajada por la calle José Ramón Mélida y el paso por el Templo de Diana, así como el tramo en silencio por la calle Sagasta y su llegada a la casa de la hermandad. Miles de fieles esperaron a los pasos también en la calle Félix Valverde Lillo, donde este año han podido lucir en todo su esplendor tras la finalización de las obras de plataforma única.

La Burrita

Y mientras la Sagrada Cena enfilaba a la carrera oficial, en el otro extremo de la ciudad el reloj de la plaza de España anunciaba a las seis y media de la tarde la salida de la ‘marea roja’ de la concatedral de Santa María. Las puertas se abrieron para dar paso al ejército de infantiles que escolta con sus palmas amarillas al paso de la Entrada de Jesús en Jerusalén. 

Popularmente conocido como La Burrita, la talla de Pío Molear es una de las más queridas de la Semana Santa de Mérida y cada año congrega multitudes, lágrimas y muchos aplausos a su salida. Es además uno de los momentos más emocionantes de esta estación de penitencia, dada su complejidad al ser el paso más alto que el dintel de la puerta principal de la concatedral. En el recorrido también destacan la revirá y la bajada por la calle Puente, así como su discurrir por el Templo de Diana.

Además del Domingo de Ramos, cabe destacar que este año los pasos de La Burrita y la Sagrada Cena podrán volverse a ver en la calle el próximo Viernes Santo, cuando se ha programado una procesión especial con 10 pasos que recrearán la Pasión y muerte de Jesús. El punto central de este recorrido será el Arco de Trajano. 

Tras estrenarse este domingo en las calles, la Cofradía Infantil vivirá este Lunes Santo su día grande con la salida de Jesús de Medinaceli, el Cristo de las Injurias y la Virgen del Rosario. Será la primera procesión de estos pasos en tres años, ya que en 2022, cuando se recuperó la celebración de la Semana Santa tras el levantamiento de las restricciones por la pandemia, no pudieron salir de la concatedral debido a la lluvia.

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