Ha muerto Sylvia Kristel, nuestra Emmanuelle, y con ella una forma de erotismo que pareció cambiar el mundo. Porque el sexo en los años 70 no era como hoy. No era comercial y banal sino que constituía un territorio político, peleón e irreverente. Sin depilar, simbólica y físicamente.

A finales de aquella prodigiosa década, España se incorporó al mundo tras la pesadilla franquista y lo hizo con un apetito voraz por los temas de la carne. La versión casera, entrañable y boinaforme del erotismo de la Kristel fue nuestro destape y sus divas, en estos tiempos corruptos, machistas y lerdos de Gandía Shore, hicieron mucho por unas libertades de costumbres y de mentes que no hemos sabido conservar.

En ese sentido, quizá la más combativa de las musas del destape haya sido Susana Estrada (Gijón, 1949). La asturiana pasará a la historia por su célebre fotografía en la que le enseñaba un pecho a Tierno Galván, alcalde de Madrid. "No vaya usted a enfriarse", le dijo el viejo profesor. Era el año 1978 y en España la capacidad de sorpresa no encontraba fondo. Estrada le dio también al pop calentorro. Era como Barry White pero diferente. Sus hits: Quítate el sostén , La banana , Hagámoslo juntos , Voy desnuda o Machos aunque para mí , pero su opus maior fue el tema Gózame ya . La Estrada trascendió lo artístico y entró en lo revolucionario. Por su explícito consultorio sexual de la revista Play Lady se le retiró el pasaporte, le impidieron el voto durante una década y la inhabilitaron para publicar textos. Hoy vive tranquila en Benidorm rodeada de gatos.

Bárbara Rey

Barbara Rey es otra de las grandes que ha trascendido ese periodo. Nacida María García García en 1950 en Totana (Murcia), fue catapultada a la fama por el programa Palmarés. Entró en la leyenda por los rumores sobre su amor con el monarca. También fue sonado el robo de su casa de objetos sensibles por parte de unos misteriosos agentes. Pese a haber estado casada con un recio domador de leones, fue pionera en la visibilización del lesbianismo al rodar una escena de amor con Rocío Dúrcal en Me siento extraña . Hace poco, remató la faena confesando haber tenido una noche de amor con la periodista Chelo García Cortés.

Otro nombre imborrable es el de Margarita García San Segundo. O mejor dicho, Agata Lys (Valladolid, 1953). Según la biografía que aparece en su web, su primera palabra fue un sonoro "coño". Más tarde fue despedida del Un dos tres por orden de la mujer de un ministro que la veía demasiado sexi. Protagonizó, entre muchas, una película que no he visto pero que me tiene fascinado: El erotismo y la informática , de 1975. Pasado el destape, supo modular su carrera y trabajó con Fernando León en Familia , con Mario Camus en Los santos inocentes y ahora se la puede ver en Amar en tiempos revueltos interpretando a Eulalia de la Torre.

No todas las Kristel españolas