"Quiero recordar, sustituyendo el caballo por una moto, que la verdadera conquista del Oeste no la hizo John Wayne sino tipos de aquí". A lomos de una BMW GS1200, el valenciano Miquel Silvestre pretende repetir los pasos de españoles como el extremeño Hernando de Soto (nacido en Barcarrota, aunque también se le relaciona con Jerez de los Caballeros) por Estados Unidos (EEUU, o USA en sus siglas en inglés). Este viajero y escritor, que desde hace cinco años sigue el rastro de exploradores por todos los continentes, pretende ahora desmontar el mito creado, a su juicio, por el cine norteamericano de que la conquista de este país fue cosa de "anglosajones y protestantes". "Eso puede valer para el resto del mundo, pero no para nosotros".

Al menos no cuando extremeños como el citado Hernando de Soto, que desembarcó en 1539 en Florida y realizó una gran exploración por diversos territorios (los actuales estados de Georgia, Carolina del Norte y del Sur, Tenesse, Alabama...), se convirtió en el primer europeo en divisar el gran río Misisipi en 1541. O cuando fue García López de Cardenas, nacido en Llerena, el descubridor del Gran Cañón del Colorado. "Hemos olvidado que somos los primeros que estuvimos ahí. Tenemos un pasado explorador que va más allá de Sudamérica", plantea Silvestre.

Al lado de la Alcazaba de Mérida, el aventurero recordó ayer el mito de las Siete Ciudades, que tiene su origen en la capital autonómica. Según la leyenda, tras la conquista musulmana, siete obispos huyeron cargados de reliquias y riquezas y se establecieron "más allá del mundo conocido". En su búsqueda, fueron muchos los aventureros españoles, y entre ellos un gran número de extremeños, que dejaron sus huellas en el Nuevo Mundo .

Son las que ahora pretende recordar Silvestre, en el viaje que inicia el 26 de diciembre en Saint Agustin (Florida), la primera ciudad de EEUU y que fue fundada por el asturiano Pedro Menéndez de Avilés. Su recorrido de más de 10.000 kilómetros le llevará por el Viejo Camino Español a través de Luisiana, Texas, Nuevo México y Arizona hasta concluir en California, junto al Oceano Pacífico; que por cierto fue avistado por primera vez por un europeo hace cinco siglos; y de nuevo un extremeño, el jerezano Vasco Núñez de Balboa.

El expedicionario bucea en la historia para encontrar detalles como que el primer nacimiento de un europeo en EEUU no fue el de Virginia Dare en 1587 (de padres ingleses), sino el de Martín de Argüelles en 1556. Este fue hijo de asturianos y, de nuevo en un guiño a la región, Silvestre destaca que luego se casó en Mérida.

El concejal de Deportes de la ciudad, Juan Carlos Perdigón, agradeció que presentara su original viaje en la capital autonómica con una insignia de Santa Eulalia, que Silvestre agradeció como creyente. Sus andanzas, que luego pretende continuar por América Latina, pueden seguirse en los diversos medios con los que colabora, entre ellos, Canal Extremadura TV y TVE .