La Gran Vía madrileña inicia el próximo viernes 1 de diciembre la que será su metamorfosis definitiva dando más espacio a los peatones con la ampliación de sus aceras y dejando un carril al tráfico privado por sentido, un cambio que será permanente y completarán las obras de remodelación a partir de 2018.

Por segundo año, el Ayuntamiento de Madrid 'ganará' espacio para los viandantes y cerrará esta arteria al tráfico de los no residentes ensayando hasta el 7 de enero, el área central de cero emisiones que desde junio cerrará el acceso al centro.

También se restringirá el acceso a las calles de Atocha y Mayor y, en los días de mayor afluencia al centro habrá cortes puntuales en Bailén, en las rondas y en Bailén.

El tráfico estará limitado a los no residentes en el carril por sentido que quedará abierto al tráfico privado en Gran Vía (habrá otro carril más por sentido pero pasa autobuses, taxis y motos) pero habrá múltiples excepciones.

Podrán pasar vehículos que vayan a hoteles y a aparcamientos, los de las personas con movilidad reducida, autobuses privados con destino o parada en la zona, automóviles cero emisiones, ambulancias, VTC, repartos postales, vehículos para reparaciones y unidades móviles audiovisuales.

También podrán acceder los transportes de mercancías, con un horario limitado de 23.00 a 11.00, como ya ocurrió el año pasado, cuando el consistorio modificó su dispositivo después de las alegaciones judiciales de transportistas.

Todos los vehículos deberán circular a un máximo de 30 kilómetros por hora en un área con controles de acceso en las plazas de España, Cibeles, Independencia, Neptuno, glorietas del Emperador Carlos V y Puerta de Toledo, plaza de San Francisco El Grande y Mayor con Bailén.

UN SOLO SENTIDO PARA LOS PEATONES

Con su dispositivo de movilidad, el Gobierno de Manuela Carmena dará más espacio a los transeúntes, en concreto 5.400 metros cuadrados, que este año se separarán de la calzada con pesadas vallas de hormigón de entre 700 y 800 kilos. Sin embargo, en un periodo caracterizado por aglomeraciones, los peatones vivirán restricciones por primera vez y pasearán en un solo sentido las calles Preciados y Carmen.

Tomando la Puerta del Sol como referencia, Preciados tendrá sentido salida y Carmen entrada a partir de las 17.30 los viernes, sábados, domingos, festivos y vísperas de festivo y los días con saturación "muy alta".

En los mismos períodos estará restringido el paso de taxis y autobuses en Sol, mientras que los vehículos de más de 3,5 toneladas no podrán circular por Gran Vía de 11.00 a 23.00 hasta el 7 de enero.

También como parte del dispositivo de seguridad se colocarán de nuevo maceteros en la Puerta del Sol.

El dispositivo de cierre de la Gran Vía funcionará prácticamente durante todo el mes de diciembre y la primera semana de enero salvo en nueve jornadas.