El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, pidió ayer a la Iglesia Católica que «cambie» y se adapte a las nuevas realidades sociales. «Hay que reconocer un hecho evidente. Hoy hay una sociedad diferente y hay mucha gente que tiene los mismos valores pero en situaciones distintas. Si la sociedad cambia, la Iglesia tiene que cambiar». Además, recordó el caso del transexual extremeño católico practicante al que «la Iglesia cerró las puertas», para subrayar a continuación que «la Iglesia no puede ser excluyente. No significa renunciar a los principios ni al Evangelio, significa que la sociedad ha cambiado».

Vara hizo estas reflexiones ayer en Madrid, en el Congreso ‘La Iglesia en la Sociedad Democrática’, acto en el que compartió impresiones con el presidente del PP, Pablo Casado; y rector de la Universidad Pontificia de Comillas, Julio Martínez.

El jefe del Ejecutivo extremeño destacó no obstante el papel social y político desempeñado por la Iglesia Católica durante las últimas décadas de convivencia democrática en España.

En el ámbito social, subrayó la labor «callada» llevada a cabo por la Iglesia Católica durante los años más difíciles de la crisis económica que ha afectado al país.

Mientras, en el plano político, puso como ejemplo su experiencia. «He sido leal a mis creencias a la hora de aplicar estos valores en la gestión de un proyecto común pero sin imposiciones» dijo.

El presidente extremeño, que se definió como «un creyente que no comparte la patente de las verdades absolutas», valoró el diálogo en la gestión de lo público y recordó el papel de la Iglesia Católica en la Transición, y sus relaciones a lo largo de los últimos 40 años con el Estado y la sociedad democrática.