Ausencia de permisos, de controles sanitarios, de registros o inspecciones… Magrudis, la empresa causante del mayor brote de listeria registrado en España que ha dejado tres muertos, siete abortos y 215 afectados, acumula un largo historial de irregularidades que pone en jaque el sistema de controles al que se ven sometidas las empresas de alimentación. La última perla, desvelada ayer por Facua, es la existencia de una nueva empresa vinculada al hijo del propietario de Magrudis que, pese a dedicarse a la elaboración de alimentos, no estaba inscrita en el Registro General Sanitario de Empresas Alimentarias y Alimentos.

El caso está ya en manos de un juez para depurar las posibles responsabilidades penales de José Antonio Marín Ponce, administrador de facto de la empresa, y sus dos hijos, Sandro (administrador de Magrudis) y Mario Marín Rodríguez por el estallido del brote. Los tres permanecen detenidos desde este martes en las dependencias de la Guardia Civil a la espera de pasar a disposición judicial. Otras dos personas que también fueron arrestadas, una empleada de la empresa y otro familiar, quedaron en libertad después de declarar. El registro llevado a cabo en las instalaciones industriales de la empresa sevillana fabricante de la marca La Mechá se extendió también a una nave contigua, que ahora se sabe que es la sede social de la empresa Elaborados Cárnicos Mario SLU, vinculada al segundo de los hijos.

Facua-Consumidores en Acción denunció ayer que esta nueva empresa se dedica también a la distribución y elaboración de productos alimenticios, pero no está dada de alta en el registro sanitario. Al igual que Magrudis, tampoco dispone de inmuebles o propiedades a su nombre, una estrategia para eludir el posible pago de indemnizaciones, y sus últimas cuentas depositadas en el registro Mercantil se remontan al 2017, fecha de su creación. Según el rastreo de la asociación de consumidores, cuenta con ocho trabajadores.