La Agencia Española Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), dependiente del Ministerio de Sanidad, ha actualizado sus recomendaciones de consumo de pescado por la presencia de mercurio. Eleva de tres a 10 años la edad recomendada para el consumo de varios tipos de pescado con alto contenido en mercurio (como por ejemplo el atún rojo), además de mantener el consejo de que tampoco las embarazadas lo coman. En sus nuevos estándares, las autoridades piden limitar la ingesta de cualquier especie de pescado a tres o cuatro raciones por semana en la población general, y siempre procurando variar entre pescados blancos y azules.

De esta manera, a las mujeres embarazadas o que estén planificando estarlo, así como a aquellas en periodo de lactancia y a los niños de hasta 10 años, Sanidad recomienda no consumir los tipos de pescado con alto contenido en mercurio, como el atún rojo (incluido el atún rojo que se vende en lata), el pez espada, el emperador, el tiburón (cazón, marrajo, mielgas, pintarroja y tintorera) y el lucio. En niños de 10 a 14 años, apuestan por limitar a 120 gramos al mes la ingesta de estos peces.

«EVIDENCIAS» / Según el jefe de sección de Endocrinología del Hospital del Mar de Barcelona, Albert Goday, en los últimos años ha habido «evidencias» de que los peces que se encuentran en lo alto de la cadena alimentaria «acumulan sustancias contaminantes» de las que después el cuerpo no puede «desprenderse».

«Estos peces -que suelen ser muy grandes pues han comido a otros más pequeños- contienen más mercurio, que es un metal tóxico, un contaminante. ¿Y cuándo es peligroso el mercurio? Cuando se está formando el cerebro de la persona. Tenemos evidencias de que en mujeres embarazadas o niños pequeños no es bueno. Y ahora el ministerio alarga estas recomendaciones en la población vulnerable», explica a este diario. Peces como el atún rojo, advierte Goday, están muy de moda en cocinas como la japonesa. Aun así, matiza que, en la población no vulnerable, el atún es «muy bueno», ya que contiene las «grasas buenas». «Por eso en adultos no se recomienda que no se coma».

Por su parte, el doctor Antonio Becerra, miembro de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), explica que anuncios como el hecho público ahora por el ministerio son «llamadas de atención» que se hacen «continuamente». Según él, no hay motivo para la alarma.

TIPOS DE PESCADO / En niños de 10 a 14 años, Sanidad recomienda tres o cuatro raciones por semana de especies con bajo y medio contenido de mercurio, como el abadejo, la anchoa/boquerón arenque, el bacalao, la bacaladilla, el berberecho, la caballa, el calamar, el camarón, el cangrejo, la cañadilla, el carbonero/fogonero, la carpa, el chipirón, la chirla/almeja, el choco/sepia/jibia, la cigala, la coquina, la dorada, el espadín, la gamba, el jurel, la langosta, el langostino, el lenguado europeo, la limanda/lenguadina, la lubina, el mejillón, merlan, la merluza/pescadilla, la navaja, el ostión, la palometa, la platija, la pota, el pulpo, la quisquilla, el salmón atlántico/salmón, el salmón del Pacífico, la sardina, la sardinela, la sardinopa, la solla o la trucha.

Sanidad también recuerda, pese a estas recomendaciones, que comer pescado es «seguro, saludable y recomendable». «En la legislación alimentaria europea existen límites máximos de mercurio que son de obligado cumplimiento y que, controlados por las autoridades sanitarias, garantizan un consumo seguro de alimentos por la población», tranquiliza. Defiende que el consumo de pescado conlleva efectos beneficiosos para la salud, ya que «aporta energía, es una fuente de proteínas de alto valor biológico y contribuye a la ingesta de nutrientes esenciales como el yodo, el selenio, el calcio y las vitaminas A y D». «También tiene un buen perfil lipídico proporcionando ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga omega-3, que es un componente de los patrones dietéticos asociados con la buena salud, y pocos ácidos grasos saturados», concluye Sanidad.