Si pensamos en aquellas personas que tienen éxito, tanto en nuestra vida como fuera de ella, vemos que hay determinadas características que son comunes. Tienen buenas relaciones, se divierten, triunfan en sus áreas profesionales, están tranquilos y, de tener problemas, los enfrentan con optimismo. No es que nunca les vaya nada mal, sino que saben ser felices pese a ello. Al intentar analizarlo, podemos caer en el error de pensar que es cuestión de que han tenido suerte, la vida es más fácil para ello o son los demás los que van solucionando todo. Sin embargo, todas estas personas también tienen una base común, y es que viven con una autoestima óptima.

Los efectos que la baja o alta autoestima tienen sobre nuestra vida se pueden ver de forma práctica a diario en cualquiera de nosotros. Es un aspecto importante, consolidado durante años y que se modifica con el paso del tiempo, el aprendizaje o las experiencias que tenemos. Nosotros mismos podemos tomar responsabilidad sobre nuestra autoestima para empezar a trabajar, mejorarla y potenciarla, y para ello hay técnicas específicas que logran grandes resultados con un poco de trabajo.

VALÍA Y CONCEPTO

La autoestima se compone de dos aspectos centrales. Por un lado, el concepto de valía, de saber cuál es nuestro valor, darnos importancia y vernos capaces de superar problemas, relacionarnos con los demás o tener éxito en aquellas cosas que nos propongamos. No se relaciona con ser perfecto sino de observar puntos fuertes y sacarles partido. Por otro lado, está nuestro autoconcepto, el cómo nos vemos de forma global, lo que pensamos de nosotros mismos y el lugar que ocupamos en el mundo. Es ponernos en la posición que queremos estar.

Ambas áreas formas la autoestima, el respetarnos y que nos respeten, el querernos y que nos quieran, el fallar, caer y levantarnos. Sobre esto construimos lo que hay alrededor, tomamos responsabilidad y minimizamos el efecto del azar y la influencia del medio en nosotros. Somos quienes manejamos nuestra vida.

MIRARNOS BIEN

La 'técnica del espejo' es una de las herramientas más usadas desde la psicoterapia, tanto en niños como adolescentes y adultos, para que sepamos entender, valorar y trabajar nuestra propia autoestima. Además, nos hace ver la importancia de este aspecto en todas las demás personas. Nos ayuda a trabajar el autoconcepto y la valía personal, para vernos, sentirnos y valorarnos mejor. Es fácil y sencilla de aplicar.

A través de la siguiente técnica, podremos aprender a mejorar fácilmente nuestra autoestima, siguiendo los siguientes pasos:

1. El espejo

Lo primero es colocarnos frente a un espejo. Como vamos a estar unos minutos y trabajaremos ciertas partes, podremos sentarnos y usar un papel y un bolígrafo. Debemos hacer en un momento en el que nadie nos moleste y nos sintamos motivados.

2. Solo positivo

Cuando nos miramos o pensamos en nosotros mismos, nuestra cabeza tiende a irse hacia todos aquellos aspectos que son más negativos o que no nos gustan. Como vamos a escribirlo, seguiremos la premisa de solo anotar aquellas partes positivas. Cuando toquen las negativas, no las escribiremos y solo servirán para que podamos ir viendo el contraste.

3. Mirarte bien

Siguiendo un orden, iremos respondiendo despacio y sin prisa a las siguientes preguntas mientras nos miramos en el espejo. No se trata de que salga bien a la primera ni de que lo hagamos rápido. Simplemente es una técnica para nosotros que siempre estará bien y nos podrá ayudar.

  • ¿Qué ves en el espejo?
  • ¿Cómo es esa persona que te mira desde el espejo?
  • ¿Conoces a la persona que tienes delante?
  • ¿Cuáles son las cosas buenas que tiene esa persona?
  • ¿Tiene alguna cosa mala?
  • ¿Qué es lo que más te gusta de esa persona?
  • ¿Habría alguna cosa que quisieras cambiar de la persona que tienes delante?

No existen fórmulas mágicas que nos ayuden a querernos y respetarnos de la noche a la mañana. Es un proceso, que puede ser más corto con diversas técnicas y que nos ayudará a vernos con otros ojos, conocernos mejor y saber qué cosas ya tenemos y que no estamos dando importancia. La 'técnica del espejo' nos ayudará a lograrlo.

* Ángel Rull, psicólogo.