Los loros también son capaces de comprender conceptos matemáticos abstractos y actuar en función de las probabilidades. Así lo sugiere un nuevo estudio publicado en la revista Nature Communications en el que por primera vez se demuestra que esta habilidad está presente en un animal que no pertenece a la familia de los grandes simios.

En este nuevo trabajo, liderado por los investigadores Amalia Bastos y Alex Taylor, se idearon una serie de experimentos para indagar la comprensión estadística de estas aves. Seis ejemplares de la especie Kea, originaria de Nueva Zelanda, fueron entrenados para asociar el color negro con una recompensa y, por el contrario, el color naranja sin ningún premio. A partir de ahí, los científicos variaron la frecuencia relativa con la que iban apareciendo las fichas de colores resguardadas en frascos trasparentes. Tras esta prueba, los investigadores observaron que los loros se decantaban por aquellos contenedores que tenían más probabilidades de contener las fichas que, a su vez, les aportaban un objeto gratificante. O por aquellos atajos que aumentaban sus probabilidades de obtener recompensa. El estudio de este proceso, sugieren los expertos, contribuirá a la comprensión de la historia evolutiva de esta capacidad.

En enero, un estudio del Instituto Max Planck de Ornitología descubrió que los loros grises africanos ayudan voluntaria y espontáneamente a los loros familiares a lograr un objetivo, sin un beneficio inmediato obvio para ellos.

Los loros y los cuervos son conocidos por tener cerebros grandes en relación con el tamaño de sus cuerpos y sus habilidades para resolver problemas.