Una llamada a los familiares avisando de que los mayores iban a ser trasladados desde la residencia Virgen de la Montaña de Casar de Cáceres hasta la Virgen del Puerto de Plasencia. Sin muchas explicaciones, órdenes del SES, según dijeron a las familias.

Hasta once dependientes totales (T1) fueron trasladados en la mañana de ayer en ambulancias de Casar a Plasencia, lo que generó gran preocupación entre los familiares ante el desconocimiento de los motivos y en plena crisis por el coronavirus, que además se está cebando con las personas mayores.

Algunos llamaron a la residencia de destino para informarse, donde su directora, Rosa Baile, explicó a este diario que les habían comunicado que "necesitaban camas libres en la residencia de Casar para atender urgencias y, por orden del Sepad, habían decidido traer a los T1". La Consejería de Sanidad señaló únicamente que ninguno de los pacientes tenía coronavirus.

Pero la preocupación de las familias tornó en enfado cuando, apenas unas horas después, les volvieron a informar de que sus mayores regresaban de nuevo a la residencia de origen. "Han decidido que ya no necesitan esas camas libres en Casar de Cáceres porque van a utilizar otras, así que ya están de vuelta", explicaba la directora de la residencia Virgen del Puerto de Plasencia a las seis de la tarde.

"Se ha hecho una prueba funcional", dijo únicamente la Consejería de Sanidad. El Ayuntamiento de Casar de Cáceres arrojó luz sobre lo sucedido poco después a través de un bando en el que informaba que "las autoridades sanitarias han estado valorando la posibilidad de crear una unidad hospitalaria en uno de los edificios de la residencia situada en el polígono de la carretera N-630, destinada a enfermos positivos de coronavirus, para lo que se había empezado a trasladar a algunas personas residentes. Finalmente se ha descartado tal posibilidad para evitar cualquier tipo de riesgo, aunque hubiera sido mínimo, a las personas que actualmente residen en la misma". La dirección del centro de Casar trasladó que "tanto las personas residentes, como el personal, están en condiciones sanitarias normales, habiéndose establecido todas las medidas preventivas recomendadas por las autoridades sanitarias".

Tras lo ocurrido, algunos familiares han decidido presentar una queja formal al Defensor del Paciente porque "las familias sufren".