«Quien deja de invertir en publicidad para ahorrar dinero, es como si parara el reloj para ahorrar tiempo».

Henry Ford

En circunstancias como las que nos ha tocado vivir cobra más valor la afirmación «Sin periodismo no hay democracia», postulado defendido como dogma, y con razón, desde la FAPE (Federación de Asociaciones de Periodistas de España).

Sería difícil imaginarnos vivir una situación como la actual en ausencia de medios de comunicación; sin televisión, sin información a través de internet, sin periódico, con una radio muda.

No han sido pocas las batallas perdidas por grandes ejércitos, dotados de los mejores profesionales rebosantes de coraje, por falta de suministros. El asedio, el hambre, el cansancio, la falta de recursos y finalmente la derrota o rendición por inanición es uno de los riesgos que todo estratega contempla. Después de una dura travesía, una lucha sin cuartel y un avance a costa de grandes pérdidas, el desembarco de Normandía hubiera quedado en un heroico intento de reimplantar la libertad en una Europa devastada por el fascismo si no se hubiera podido asegurar la cabera de playa y los suministros hubieran fluido con generosidad para permitir que el frente tuviera que preocuparse exclusivamente de luchar y dar incluso la vida en la empresa.

En una generación en la que los medios de comunicación se han tenido que enfrentar a una revolución tecnológica, a una crisis económica sin precedentes que durante años devastaron sus estructuras y actualmente a una situación de alarma nacional, los departamentos comerciales de los medios intentamos mantener constantes estas líneas de suministros. Pero nosotros solo facilitamos esta logística. Nuestra industria de guerra son ellos: los anunciantes.

Por eso queremos dar las gracias a la industria, la que mantiene su actividad informativa, la que ha adecuado su oferta a la situación actual, la que como nos enseñaba hace años Spencer Johnson en su best seller ¿Quién se ha llevado mi queso?, se adapta obligada por las circunstancias. La que como esa campaña de BMW parafraseando a Bruce Lee se amolda a las circunstancias, «Be water, my friend».

Gracias a los anunciantes que con su inversión nos permiten seguir bombeando recursos a nuestra primera línea, nuestros periodistas. Mientras haya pulso, habrá pelea.

* Director Comercial Editorial Extremadura SA