Primera comparecencia de la semana del alcalde, Luis Salaya, en la que de forma enérgica ha hecho un llamamiento a los mayores, sector de la población en el que se acumulan las denuncias por incumplir el estado de alarma. "Es de auténtica locura", asevera el regidor, que explica que especialmente esta mañana las personas que superan los 60 años paseaban por Cánovas y la ciudad monumental. "Se están jugando la vida". Y añade: "No es ni medianamente razonable que el colectivo más vulnerable sea el que más incumple".

Durante este fin de semana se han interpuesto 71 denuncias, 26 el sábado y 45 el domingo. Además la policía local ha controlado a 120 vehículos y 150 peatones. La mayor parte de las sanciones pertenecen al colectivo de la tercera edad.

El alcalde ha vuelto a ofrecer datos sobre la jefatura policial. "Estamos preocupados", confesó Salaya, que especificó que se han realizado nueve pruebas a los agentes. Seis han dado positivo, dos negativo y se está a la espera de un resultado. Con ellos ha hablado vía telefónica el mandatario municipal. Están en aislamiento domiciliario, en sus casas, "tranquilos y serenos".

Respecto al Instituto Municipal de Asuntos Sociales, el alcalde explica que el viernes se recibieron 64 llamadas, el 25% para interesarse por menores de edad que tienen beca para comer en el colegio. Otro 25% se referían a ayudas económicas, un 20% de prestación por desempleo y normativa laboral y un 6% por acceso a alimentos básicos. Todas se están resolviendo y los beneficiarios valoran el servicio. Igualmente, el protocolo del reparto de alimentos ha cambiado, se elimina el papeleo y la decisión corresponde a las trabajadoras sociales.

Además, ocho apartamentos turísticos se han habilitado para víctimas de violencia de género.