Cada día que pasa, España bate un nuevo récord en la evolucion del coronavirus. En esta ocasión, el país ha registrado 8.578 nuevos casos positivos, el incremento bruto más grande hasta la fecha, lo que eleva el cómputo total de contagiados a 56.188 personas, sin contar los casos leves, dado que aún no han empezado a realizarse los test rápidos necesarios para su detección debido, entre otros problemas, a que uno de los lotes comprados a China no cumplía con la calidad necesaria.

Además, el número de muertos por coronavirus se incrementó este jueves un 19%, hasta los 4.089 fallecimientos, 655 más en un sólo día (en Extremadura suman 58). En este caso, aunque la cifra nacional sigue siendo terrible, no es tan abultada como la que se registró el miércoles, cuando en España se comunicaron 738 nuevas muertes, 30 cada hora, lo que provocó que el país superara a China, con 3.293 decesos, en número de víctimas mortales por el Convid-19. España se acerca peligrosamente a la mortalidad registrada en Italia, donde la epidemia se agravó antes y ha provocado ya más de 7.500 fallecimientos.

La versión de Sanidad

Estas cifras dejan poco lugar al optimismo. Sin embargo, el Ministerio de Sanidad, al igual que el miércoles, se esforzó en poner el acento en el lado más esperanzador de la estadística. El ministro Salvador Illa, en una comparecencia extraordinaria en el Congreso, aseguró que España está iniciando “una fase de estabilización” en la propagación de la epidemia, debido a que el incremento medio diario de casos notificados entre el 28 de febrero y el 16 de marzo fue de alrededor del 40%, mientras que en el periodo siguiente, del 17 al 24 de marzo, ha sido de alrededor del 20%. “Nos podríamos estar acercando al número máximo de casos notificados, lo que coloquialmente llamamos el pico de la curva”, señaló.

A su vez, el director del centro de emergencias sanitarias, Fernando Simón, explicó que la relantización no se aprecia con claridad en la estadística porque las notificaciones de contagios van con un retraso medio de entre siete y 10 días desde que la persona comienza a expermientar los primeros síntomas de haberse infectado y el sistema nacional de salud le contabiliza como un caso positivo. Por ello, Sanidad baraja que, gracias a las medidas de restricción tomadas, la transmisión comunitaria ya haya alcanzado su tope o empezado a frenarse, con la reducción de los movimientos y los contactos sociales, pero esta situación no se refleje en la estadística hasta dentro de unos días, cuando "los datos notificados inicien el descenso", según comentó el experto.

Asimismo, Simón aseguró que los modelos matemáticos muestra que la transmisión alcanzó un pico de inflexión el 8 de marzo, a partir del cual se decidió cerrar los colegios, y después "se suavizó", a partir del 13 de marzo, cuando se observa que la transmisión no sigue el ritmo tan acusado como en los días atrás.

La presión sobre los hospitales

Aún así, la presión sobre los hospitales no tiene visos de suavizarse, debido a que las hospitalizaciones se alargan y se acumulan los ingresados en la actualidad y días atrás con los enfermos futuros. "Los ingresos hospitalarios y en las ucis llegarán a su máximo pico unos días después de que descienda la curva epidémica. La ocupación hospitalaria podría llegar a su máximo nivel en los primeros días de abril, de modo escalonado en las diversas comunidades autónomas", señaló el ministro Illa.

Hasta la fecha, hay 31.912 personas hospitalizadas y en las ucis permanecen 3.676, un 16% más que el día anterior. La buena noticia es que 7.015 personas ya se han curado, el 12% de los contagiados.