La pandemia de coronavirus no disuade a algunas organizaciones de narcotraficantes, que siguen trabajando a todo gas. Pero esta vez fueron los controles establecidos en los puertos a consecuencia del estado de alarma por el covid-19 los que dieron la primera señal a la Policía Nacional de que algo iba mal. Un velero con bandera de Holanda había salido desde Ibiza sin permiso y sin destino conocido.

Las primeras vigilancias demostraron que su comportamiento en el mar era «errático». Se puso en marcha entonces la operación Timón, en la que iban a colaborar policías del Reino Unido y Bulgaria.

Agentes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) Central vigilaron el trayecto del velero, que se detuvo frente a las costas marroquís. Allí, sus dos tripulantes, dos ciudadanos búlgaros, recibieron la mercancía. Según fuentes de la investigación consultadas por EL PERIÓDICO, los primeros datos indicaban que la embarcación había cargado unos 6.000 kilos de hachís cuando inició el regreso a aguas españolas.

ABORDAJE EN ALTA MAR / En la madrugada del jueves al viernes, cuando el velero estaba ya a unas ochenta millas de distancia del puerto en Ibiza, los policías, en colaboración con funcionarios del Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, abordaron la embarcación y detuvieron a sus dos tripulantes. Cuando los agentes iban a abordar el velero, los dos hombres trataron de quemar el hachís, lo que consiguieron en gran parte.

La embarcación fue trasladada al puerto de Eivissa, donde luego fue sometida a un registro mucho más exhaustivo. Finalmente, los agentes intervinieron unas cuatro toneladas de droga. Los dos detenidos pasaron a disposición del juzgado de guardia de Ibiza.

El destino final del hachís era la Península y también el resto de Europa, donde, según las pesquisas policiales, iba a ser repartido. El precio de esta droga en Marruecos no ha variado desde que empezó la pandemia de coronavirus. «Se sigue vendiendo entre 200 y 300 euros el kilo», explican fuentes policiales.

La venta de hachís oscila ahora, según los últimos datos, entre los 1.300 y los 1.900 euros, dependiendo de la calidad y el proveedor. El último dato oficial del ministerio del Interior cifra en 1.670 euros por kilo de droga el valor para el primer semestre de este 2020.

MÁS RENTABLE QUE LA COCA / De esta forma, la venta del enorme alijo intervenido ayer por la Policía Nacional habría generado casi siete millones de euros. El negocio es casi más rentable que traficar con cocaína, porque su castigo penal en España también es menor.

Además de la vigilancia por el coronavirus, otro factor está influyendo en la búsqueda por parte de los narcos de nuevas rutas para hacer llegar la droga desde Marruecos. La presión de la Policía y la Guardia Civil sobre la zona del Campo de Gibraltar ha hecho que algunas organizaciones criminales hayan desviado sus rutas hacia la zona del Levante, incluyendo Baleares, que estaría menos vigilada.

Fuentes policiales explicaron a EL PERIÓDICO otro nuevo factor que está apareciendo en el narcotráfico que pasa por España. En los últimos tiempos, ciudadanos de Europa del Este, preferentemente de Serbia y Bulgaria, están tomando más protagonismo en esas redes.

Desde que se implantó el estado de alerta por el coronavirus, además, la policía ha comprobado que los grupos de proveedores de droga desde Marruecos han seguido teniendo disponibilidad para sacar el hachís hacia el mar y cargarlo a otras embarcaciones, como ha sucedido en este caso.

Y no solo desde Marruecos. Todos los datos obtenidos por las unidades especializadas en la lucha contra el tráfico de drogas advierten que los grandes grupos del narco siguen llevando a cabo grandes envíos de estupefacientes que cruzan el Mediterráneo. No han cesado su actividad, al menos de momento, por la pandemia sanitaria que azota al mundo.