Ni Luis Salaya ni ningún concejal del equipo de gobierno se ha sometido al test del covid-19, según confirma el alcalde. "Si no se pueden hacer test a todos los policías y a todos los sanitarios, tampoco a los concejales, porque tampoco mostramos síntomas", ha aclarado el regidor municipal. Salaya ha recordado que durante ese periodo ha sufrido de anginas, una dolencia que padece con asiduidad, y que se ha tratado con medicamentos por indicación de su médico de cabecera. Ha explicado que si a los concejales les duele la garganta o la cabeza, enseguida llaman al teléfono de sus centros de salud, aunque en ningún caso los facultativos han estimado que se trate de cuadros relacionados con la pandemia.

El alcalde ha comentado que hace unas semanas, él y sus ediles sí eran grupos de riesgo puesto que estaban relacionados con mucha gente, pero que el Ayuntamiento de Cáceres se adelantó en la aplicación de las medidas de protección y que en estos momentos no forman parte del sector más vulnerable.

Los concejales se encuentran confinados en sus casas, haciendo teletrabajo y en el ayuntamiento solo permanecen, junto a Salaya, los ediles de Seguridad, Andrés Licerán, y de Asuntos Sociales, María José Pulido. Los tres trabajan separados, nunca se reúnen en sus despachos sino en salas amplias del ayuntamiento. En el palacio municipal suele haber 10 personas: además de los tres responsables municipales, hay un trabajador municipal, un policía local, dos limpiadores, el regente, un empleado de registro y la intérprete de lengua de signos (estos dos últimos solo acuden por las mañanas). El alcalde ha aclarado, eso sí, que ninguno de ellos está libre de riesgo "porque hasta yendo a hacer la compra puedes contraer la enfermedad", de ahí que haya realizado una nueva llamada a cumplir las medidas protocolarias.