En España, la incidencia anual de TCE es de aproximadamente 200 casos cada 100.000 habitantes de los que el 70% presenta una buena recuperación, el 9% fallece antes de llegar al hospital, el 6% lo hace durante su estancia en dependencias sanitarias y el 15% restante queda discapacitado de alguna forma (moderada, grave o vegetativa).

Una afectación del cerebro causado por una fuerza externa que puede producir una disminución o disfunción del nivel de conciencia y que conlleva una alteración de las habilidades cognitivas, físicas y/o emocionales del individuo.

El daño cerebral producido por un traumatismo craneoencefálico se define como la afectación del cerebro causada por una fuerza externa que puede producir una disminución o disfunción del nivel de conciencia y conlleva una alteración de las habilidades cognitivas, físicas y/o emocionales del individuo. Los accidentes de tráfico representan la causa más importante, alrededor del 73%, seguido por las caídas (20%) y las lesiones deportivas (5%). Otras posibles causas son los accidentes laborales o domésticos, los atropellos, las agresiones y las precipitaciones.

¿QUÉ ES?

El cráneo es un hueso protector del cerebro humano. El encéfalo, que junto con la médula espinal forma el Sistema Nervioso Central, está protegido por el cráneo y comprende el cerebro, el cerebelo y el bulbo raquídeo. El cerebro es la estructura más compleja del organismo humano y el principal centro nervioso; sus diferentes áreas son las principales responsables del movimiento, las sensaciones y percepciones, las emociones y la conducta, y en él, se llevan a cabo las funciones mentales superiores.

Las fuerzas por contacto directo o estáticas suelen provocar lesiones focales.

•Hematoma subdural.

Colección de sangre localizado por debajo de la duramadre que es una de las capas que envuelve al cerebro. En muchos casos el sangrado es de origen venoso y por tanto de crecimiento lento. Estos hematomas deben vigilarse pues suelen provocan síntomas a medida que aumentan de tamaño.

•Hematoma epidural

Colección de sangre por encima de la duramadre. En muchos casos el sangrado es de origen arterial y por tanto decrecimiento rápido. El paciente puede presentar un periodo sin síntomas tras el traumatismo y al cabo de horas desarrollar una serie de síntomas de alarma (náuseas + vómitos, cefalea, desorientación) acompañados en algunos casos de síntomas localizadores como la debilidad hemicorporal o una dilatación pupilar. Este tipo de hematoma es una emergencia neuroquirúrgica.

•Hemorragia subaracnoidea:

Colección de sangre en el espacio subaracnoideo

CONTUSIÓN CEREBRAL

Lesiones en zonas concretas del parénquima cerebral por disrupción del tejido, de los vasos sanguíneos, por isquemia o edema.Las fuerzas inerciales o dinámicas causan lesiones por mecanismos de aceleración-desaceleración, que pueden dar lugar a lesiones focales (contusiones por el golpe y a distancia por el contragolpe) o difusas (daño axonal difuso).

Con frecuencia las fuerzas generadas durante un traumatismo son mixtas por lo que es frecuente encontrar en un mismo caso lesiones cerebrales tanto focales como difusas. Esto supone un reto para el clínico a la hora de determinar la relevancia clínica de dichas lesiones.

Además, en función de que la fuerza ejercida en el momento del traumatismo sea capaz de romper el hueso craneal y exponer el tejido cerebral al exterior los traumatismos se clasifican en:

•Cerrados

En este tipo de traumatismos el hueso y la capa de protección que protege el tejido cerebral permanecen intactos y no existe exposición del cerebro. El ejemplo clásicos de estos TCE son las lesiones por aceleración-desaceleración que se producen en los accidentes de tráfico.

•Abiertos o penetrantes

En esta tipología se rompe la capa de protección que envuelve al cerebro y por tanto existe una exposición directa del tejido cerebral al exterior. El ejemplo clásico de este tipo de TCE son las agresiones por arma de fuego.

RECUPERACIÓN Y SECUELAS

El tiempo de recuperación (parcial o total) depende de la gravedad del TCE y de cómo evolucionen las posibles complicaciones tras el traumatismo. Habitualmente, el paciente que sufre un TCE grave y supera satisfactoriamente las primeras dos semanas, tiende a recuperar su nivel de conciencia en las semanas siguientes. El paciente suele tener etapas de mayor o menor lucidez, alternando con períodos de agitación, incluso agresividad. Es frecuente que, inicialmente no reconozca a sus parientes o amigos. La presencia de complicaciones como infecciones o crisis (y en parte la medicación) pueden exagerar este efecto. Estos pacientes suelen requerir diferentes grados de

La rehabilitación suele iniciase en el hospital y se continúa a nivel ambulatorio. El tipo de rehabilitación será diferente según los defectos neurológicos o de conducta de cada caso. Los casos más graves, a pesar de las medidas tomadas, pueden no evolucionar favorablemente y no recuperar la función neurológica previa al golpe a corto o medio plazo. Estos casos pueden complicarse y producir la muerte, especialmente en pacientes mayores y con enfermedades de base previas.

Aprender a reconocer un traumatismo craneal serio y administrar los primeros auxilios básicos pueden salvar la vida de alguien. En caso de lesión en la cabeza ya sea leve o grave, hay que actuar de forma rápida y eficaz .

Conseguir ayuda médica de inmediato si la persona:

  • Presenta intensa somnoliencia y letargo (intensa sensación de sueño).
  • Se comporta de manera anormal (graves cambios de actuación y conducta anómala).
  • Presenta dolor de cabeza fuerte o rigidez en el cuello.
  • Tiene las pupilas (la parte central y oscura del ojo) de tamaños diferentes.
  • Es incapaz de mover un brazo o una pierna.
  • Pierde el conocimiento, incluso brevemente.
  • Vomita más de una vezLO QUE NO SE DEBE HACER
  • No lave una herida de la cabeza si es profunda o está sangrando mucho.
  • No tome alcohol dentro de las primeras 48 horas siguientes a un traumatismo craneal grave.
  • Una lesión craneal grave que involucra sangrado o daño cerebral debe tratarse en el hospital.
  • No retire ningún objeto que sobresalga de una herida.
  • No mueva a la persona a menos que sea absolutamente necesario.
  • No sacuda a la persona si parece mareada.
  • No retire el casco de la víctima si sospecha que se produjo un traumatismo craneal gravePara una lesión craneal leve, es posible que no se necesite ningún tratamiento. Sin embargo, observar a la persona y estar pendiente de su evolución es la clave.