La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha defendido que "la identidad de género o la orientación sexual no son caprichos, es un derecho". Ha respondido así a las dudas expresadas hace unos días por la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, sobre el texto de la llamada 'ley trans' que prepara el ala de Unidos Podemos del Ejecutivo. "Me preocupa fundamentalmente la idea de pensar que se elige el género sin más que la mera voluntad o el deseo, poniendo en riesgo los criterios de identidad del resto de los 47 millones de españoles; eso tiene que tener unas garantías", aseguró la número dos de Pedro Sánchez.

En una entrevista a 'Nació Digital', Montero ha asegurado que está "siempre abierta" a mejorar de la norma, pero ha advertido de que "los derechos fundamentales no se negocian; los derechos de las personas LGTBI, y el derecho de autodeterminación es uno de ellos, no se negocian". La ministra, así, ha argumentado que "la identidad de género o la orientación sexual no son caprichos, es un derecho, forma parte de la identidad de una persona, de lo que es, y por tanto es un derecho fundamental, y así lo dice nuestra jurisprudencia y así lo dicen todos los organismos internacionales".

Montero ha asegurado querer ser "muy respetuosa y prudente", al ser consciente de que es un asunto que supone un "debate interno fuerte" en el PSOE. "Son el socio de Gobierno y por tanto quiero ser respetuosa con sus diferencias internas", ha sostenido. Asimismo, ha afirmado que "cualquier ministerio siempre estamos abiertos a mejorar las leyes, a que se produzcan cambio como consecuencia de las aportaciones de otros ministerios y después, en el trámite parlamentario, también de las formaciones políticas".

Proposición de 2019

Con todo, también ha afirmado que el borrador del proyecto de ley que elabora, en colaboración con una veintena de organizaciones, tiene la "misma redacción" que una proposición de ley impulsada por el PSOE en 2019 y que se aprobó por unanimidad en el Congreso, con el voto favorable también del PP (Vox todavía no estaba en la cámara). "Tenemos una suerte: aparte de las legítimas diferencias que tengamos, disponemos de un consenso sobre la necesidad de regular el derecho a la autodeterminación de la identidad de género", ha mantenido.

En una entrevista en la 'Ser', Calvo aseguró hace unos días que sus dudas no se limitan al hecho de que menores de 16 años puedan cambiar de sexo sin un informe médico, sino "el hecho de generar nuevos derechos que tienen que entrar a funcionar con otros existentes" en la actualidad. "No es solo la edad, y los asuntos relativos a los menores tienen que estar particularmente protegidos, pero el problema es que los derechos nunca son absolutos en democracia, siempre tienen límites, todos tienen perfiles de colisión con otros", ha indicado la vicepresidenta, quien ha admitido que su preocupación "por los conceptos con los que se va a trabajar".