Hoy, 27 de marzo de 2021, se celebra la 'Hora del Planeta', un sencillo gesto al que están invitados todos los ciudadanos y que consiste en apagar las luces de casas, edificios, oficinas y monumentos durante una hora, desde las 20.30 hasta las 21.30.

Este movimiento mundial contra el cambio climático y la pérdida de biodiversidad nació en Sídney en 2007 como un gesto simbólico para llamar la atención sobre el problema del cambio climático. Un símbolo con el que asociaciones ecologistas, como WWF, quieren recordar que la naturaleza es el sistema de soporte vital del planeta, que nos brinda todo lo que necesitamos, desde el aire que respiramos hasta el agua que bebemos y los alimentos que comemos y que debemos defenderla ahora para salvaguardar la salud de nuestro planeta y, a su vez, nuestra propia salud y bienestar.

La 'Hora del Planeta' une no solo a los ciudadanos, sino a empresas, ayuntamientos e instituciones para luchar contra el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Con los años se ha convertido en un fenómeno internacional del que ya forman parte miles de ciudades de casi 200 países, que en pasadas ediciones apagaron más de 17.000 monumentos y edificios tan emblemáticos como la Torre Eiffel o el Coliseo.

2021 es un año decisivo para la protección de la naturaleza. Un año, recuerdan los portavoces de WWF, en el que los líderes mundiales tomarán decisiones políticas clave sobre la acción climática, el desarrollo sostenible y la naturaleza. En mayo tendrá lugar en la ciudad china de Kunming la cumbre número 15 sobre Biodiversidad. Estaba prevista para octubre de 2020 y fue anulada por la pandemia. Ese encuentro, junto con la Cumbre sobre el Clima 202, que tendrá lugar en noviembre en Glasgow (Inglaterra), serán dos momentos cruciales para lograr un plan global ambicioso respecto al medio ambiente para transformar la relación de la sociedad con la biodiversidad y garantizar que, para 2050, se cumpla la visión compartida de vivir en armonía con la naturaleza.