La Semana Santa empieza con un dato preocupante y uno esperanzador sobre la pandemia de covid-19. La mala noticia es que “volvemos a estar en una fase de ascenso a nivel nacional”, destacó este lunes Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias. Todavía es pronto para hablar de cuarta ola, pero según indica el último boletín del Ministerio de Sanidad, alrededor de 12 comunidades autónomas ya sufren un incremento significativo de los contagios respecto a la semana anterior. La brecha de esperanza vuelve a recaer, una vez más, en la campaña de vacunación. Tras el ‘sprint’ de estos últimos días, se estima que el 10% de los españoles han recibido al menos un pinchazo contra el covid-19.

“Estamos ante un punto de inflexión; tanto podemos mantener la tendencia ascendente como revertirla”, esgrimió Simón, durante su comparecencia semanal, en referencia al posible impacto de las vacaciones de Semana Santa en el aumento de los contagios. La llegada de una cuarta ola más o menos virulenta, tal y como explicó este lunes Simón, estaría en manos tanto de las medidas tomadas por las comunidades autónomas como del comportamiento individual y colectivo de los ciudadanos durante las próximas dos o tres semanas. "Si conseguimos que la Semana Santa no tenga un impacto grande en la transmisión, podría ser que esa cuarta ola se convierta en ‘olita’ más suave. Pero lo cierto es que la experiencia en situaciones previa no ha sido buena, así que tenemos que ser muy conscientes del riesgo al que nos podemos enfrentar", comentó el epidemiólogo.

Según el último balance del Ministerio de Sanidad, en el que se recogen datos desde el viernes hasta el lunes, España suma 15.501 casos más de infección por coronavirus y 189 fallecidos por covid-19. Hoy por hoy, además, los hospitales españoles atienden a un total de 8.076 pacientes con covid-19 hospitalizados y 1.861 ingresados en uci, por lo que el virus sigue "tensionando" el sistema sanitario. Asimismo, la incidencia acumulada (a catorce días) sube diez puntos respecto al viernes pasado y roza los 150 casos por 100.000 habitantes. Esto supone 100 puntos más que el umbral que en su día se planteó como sinónimo de que la pandemia estaba en una situación de control.