La Unión Europea conmemora ha conmemorado este martes los diez años de la Convención de Estambul, un tratado contra la violencia de género clave en la defensa de los derechos de la mujer que ha cosechado resultados desiguales y sigue plenamente vigente ante el incremento de la violencia machista durante la pandemia.

La primera década del tratado ha centrado este martes una conferencia de alto nivel 'online' organizada por la presidencia portuguesa de la UE, que ha querido sacar conclusiones sobre los cambios logrados, lo que queda por hacer y sobre todo a qué escenario se enfrenta ante la pandemia de coronavirus.

Avance desigual

Y la respuesta es que diez años después de su creación su avance ha sido desigual entre los países que lo han ratificado y avanzado bajo su guía --apartado en el que destacan Finlandia y España-- y otros que no lo respaldan o incluso anuncian su retirada, como Turquía.

Lo sucedido en Ankara preocupa, ha admitido Evelyn Regner, responsable del comité de derechos de las mujeres e igualdad de género del Parlamento Europeo, que ha subrayado sin embargo que Turquía "no es el único país que amenaza los derechos de las mujeres", antes de citar a Polonia y Hungría.

Estados donde, avisó, se está "retrocediendo en la igualdad", por lo que, expuso, "necesitamos que la Convención sea completamente ratificada", algo que aún no han hecho Hungría, Letonia, Lituania, Eslovaquia, República Checa y Bulgaria.

En este contexto, el golpe de la pandemia de coronavirus ha expuesto las carencias que persisten en la asistencia a las mujeres que sufren estas violencias, incrementadas "de forma dramática" por el confinamiento y la limitación de asistencia presencial de especialistas.

Precisamente el impacto de la covid en la violencia machista ha centrado una de las conferencias, donde se han presentado varios estudios.

Acciones específicas

Uno de ellos, desgranado por Agata Szypulska, del Instituto Europeo para la Igualdad de Género, ha mostrado que apenas tres países de la UE incluyeron acciones específicas para combatir la violencia de género en sus planes para responder a la pandemia: Irlanda, España y Lituania.

Entre las principales carencias durante la pandemia se han identificado las "dificultades" de los especialistas "para hacer seguimiento" a las mujeres que piden ayuda y una fuerte falta de información por parte de las autoridades, que animan a denunciar al agresor pero "no especifican los pasos a dar".

"Estamos enfrentando dos pandemias a la vez, la del coronavirus y la violencia de género con las mujeres", ha advertido Szypulska.

Entre los participantes en la conferencia, la ministra de Igualdad de España, Irene Montero, ha destacado el empeño del actual gobierno español -"un gobierno feminista", ha dicho- así como los predecesores por asumir la Convención de Estambul como "la carta magna de la erradicación de las violencias contra la mujer".