Estaba quemado de ver a todo el mundo poner 'posts' y no hacer nada”, comenta Iago Casal, un joven de Sada, en A Coruña, que dedicó el domingo parte de la tarde del domingo a recuperar, al menos en parte, los colores arcoíris del banco de Sada en homenaje al colectivo LGTBI que unos vándalos cubrieron hace unos días con los tonos de la bandera rojigualda. Lo hizo solo, con la única ayuda de agua, un estropajo y una llave con los que, armado de paciencia, fue retirando la pintura de espray para que este asiento recuperase algo de su orgullo.

Actuó solo, sin imaginarse que este arrebato cívico dominical pudiese suscitar la atención de los medios. Fue un vecino de Sada, conmovido con el gesto, el que grabó un vídeo que difundió a través de las redes sociales para que “cundiese el ejemplo”. “No fue ningún esfuerzo”, afirma sonriente este joven sadense al ser abordado por este diario. Risueño, aunque algo cohibido por las preguntas, explica que él estudió en el instituto frente al que se ubica el banco en homenaje LGTBI, el IES Isaac Díaz Pardo, un centro en el que le educaron en el respeto y la tolerancia: “Me parece lamentable que sigan pasando estas cosas, no lo puedo entender” lamenta, preocupado por el incremento de actos de este tipo, como pintadas homófobas en un mural del instituto Neira Vilas de Oleiros o la destrucción de una bandera LGTBI que colgaba del Sex Point del Comité Antisida de A Coruña.

No es la primera vez que este joven sadense se arma de paciencia y estropajo para hacer frente a ataques vandálicos de este tipo, ya lo hizo hace algún tiempo con una pintada en Morazón. “Espero que valga para algo”, apunta.

Dos mayores sentados en el banco de al lado observaban ayer con satisfacción la concentrada dedicación de Iago, su paciente rasca y rasca para retirar la pintura con la que unos desconocidos taparon los colores LGTBI. También otro vecino, el que difundió el vídeo, que forma parte del grupo Vecinos Unidos Sada y que ya había convocado una quedada para el próximo domingo para restituir al banco de sus tonos arcoíris. “Me emocionó mucho verlo rasca que te rasca, solo con sus manos y unas llaves”, comenta Manolo Cotos, que ve en este gesto una muestra de que “hay jóvenes con un corazón de oro y grandes valores”.

El ataque al banco en homenaje al colectivo LGTBI mereció esta semana la rotunda condena del Concello de Sada, que advirtió de que este tipo de actos homófobos “no tienen cabida en el municipio”.