En cuestión de segundos puede cambiar el mundo y ocurrir una infinidad de cosas. A la marca de chocolatinas Snickers le bastó con 23 para ridiculizar al colectivo LGTBI. Eso es lo que dura el ‘spot’ publicitario que retiraron horas después de su publicación debido a una oleada masiva de críticas por redes sociales.

El anuncio, protagonizado por el bloguero Aless Gibaja, se desarrolla en un bar al que la marca llama «chiringuito». En escena aparece un camarero tomando nota de lo que van a pedir dos clientes. Camarero: «Entonces sería: un agua con gas del tiempo con una rodaja de limón y un ¿sexy zumo de naranja?». A lo que Gibaja le responde: «Con vitaminas A, B y C, abracitos, besitos y caricias around the world». La reacción del camarero es darle un helado de Snickers. Lo muerde y el acompañante de Gibaja responde: «¿Mejor?». De repente, Gibaja ya no es él y aparece en escena un hombre con barba y voz grave en el que se ha transformado al comer y asiente: «mejor». Al mismo tiempo aparece un mensaje en pantalla: «No eres tú cuando tienes hambre».

La polémica estuvo servida. «Este anuncio de Snickers es una absoluta vergüenza y un insulto para todo el colectivo LGTBI. No me puedo creer que haya profesionales de la comunicación que piensen que esto es buena idea», se avergonzó un tuitero. Otros cargaron contra Gibaja por «prestarse a hacer esta campaña» y algunos aseguraron que no iban a consumir productos de la marca «nunca más».

Apenas horas después, el 5 de agosto, la empresa emitió un comunicado en sus redes sociales en el que anunciaban la retirada del spot. «Desde la marca nos tomamos los derechos de igualdad e inclusión muy en serio y creemos que cualquier persona tiene derecho a mostrarse tal y como es. Por ello queremos pedir disculpas por el malentendido que haya podido causar la campaña publicitaria. En ningún momento se ha pretendido ofender a ninguna persona o colectivo. Se buscaba transmitir de manera simpática y desenfadada que el hambre puede cambiar tu carácter. De nuevo, lamentamos cualquier malentendido y, con el fin de evitar propagar un mensaje malinterpretado, procedemos a eliminar la campaña», dicta el documento.

¿Qué piensa el colectivo extremeño?

Dos psicólogos de la Fundación Triángulo en Extremadura lo analizan. Son Ángela Recuero Pérez y Jesús Manuel Lagar Méndez y ambos condenan el anuncio. «La raíz de la plumofobia es el machismo», coinciden. «Lo que se está castigando en los chicos que tienen pluma no es el hecho que le gusten los hombres. Se ridiculiza que expresen una masculinidad más parecida a lo que se esperaría de una mujer que a lo que se esperaría, siguiendo el canon, de un hombre. Por una simple expresión de género. Esta sería una de las miles ramificaciones que viene dada por el patriarcado, el machismo y la misoginia presente en la sociedad», explica Recuero. A esta declaración Lagar asiente y añade: «Ser hombre hegemónicamente es no parecer un niño, no parecer una mujer y no ser homosexual. Entonces si tú eres gay, femenino o infantil ya dejas de ser un hombre. Esto se representa con discriminación y agresión en la calle». Lagar asegura que pese a que la pluma se asocie a la homosexualidad no tiene nada que ver. «La pluma no es un carácter», recalca Recuero. «No es una disculpa sincera alegar que se haya malinterpretado, sino una alusión de la responsabilidad. Creo que a día de hoy hemos llegado a un punto en el que no nos la cuelan con excusas vacías de contenido», añade la última.

Ángela Recuero Pérez, psicóloga de la Fundación Triángulo de Extremadura. El Periódico

Publicidad heteronormativa

La plumofobia se vive tanto en hombres como en mujeres. «A las mujeres se les tacha de ‘machungos’ y a los hombres de ‘mariquitas’ y la intención es la misma: hacer daño», señala Recuero. Sin embargo: «¿En cuántos anuncios vemos a una mujer masculina o a un hombre femenino sea cual sea su orientación sexual?», pregunta Recuero. «Lo cierto es que no recuerdo a ninguna lesbiana que sea poco femenina en un anuncio y a los gais que se me vienen a la cabeza es para hacer un chiste sobre que son femeninos», le responde Lagar. Es por ello que a la conclusión que ambos llegan es que la publicidad es heteronormativa y existe una gran ausencia de personas del colectivo. «Incluso en los anuncios de LGTBI los chicos que aparecen son normativos», destaca Lagar.

Jesús Manuel Lagar Méndez, psicólogo de la Fundación Triángulo en Extremadura. El Periódico

«No podemos dejarlo pasar»

«El mayor ejemplo de plumofobia y homofobia lo hemos tenido hace unos meses», asegura Recuero en referencia al asesinato de Samuel. «Si no lo conocían, ni sabían su orientación sexual, ¿por qué le llamaron maricón antes de matarle?», cuestiona. «No es una cuestión de a quién ames, es sobre quién eres y de qué pareces».

Por ello, sostienen que la pluma es lo que marca, por lo general, el inicio de muchas agresiones. En este sentido, aseguran que no hay que pasar por alto estas campañas y hay que condenarlas. «No podemos dejarlo pasar», sentencian. «Las personas afeminadas o masculinas tienen que lidiar a lo largo de su vida con críticas. Incluso hasta llegan a ocultar su personalidad. Esto desencadena a que desarrollen ansiedad, depresiones que pueden derivar en casos extremos al suicidio», resalta Recuero.

No solo los heteros rechazan la pluma. Dentro del colectivo también se dan situaciones discriminatorias. «Te dicen que no quieren a ‘mariquitas’ y en las aplicaciones de ligue hay muchos perfiles de: ‘no pluma’, ‘no locas’…», desvela Lagar. «No debería suponer un problema el mostrarte como eres. Ser uno mismo y sentirte bien dentro de la sociedad debería ser obligatorio. ¿Por qué no es así? Es injusto», reflexiona el psicólogo.

Hace una década, en México

Fue en 2011. Ese 19 de septiembre saltaron las alarmas. La empresa de chocolatinas ya lo hizo en México. Esta vez el mensaje era discriminatorio tanto para el colectivo LGTBI como para las mujeres. El anuncio decía: «Si gritas como una nena al ver una araña, seguro que tienes hambre». El lema que utilizan desde hace más de una década continúa siendo el mismo: «No eres tú cuando tienes hambre». Lo que parece no ha cambiado ha sido el mensaje que por ese entonces ya tildaron de sexista, homófobo y machista. 

Diferentes asociaciones de la mujer criticaron el ‘spot’ y el Consejo Nacional para prevenir la Discriminación manifestaron su rechazo a la campaña y mostraron su preocupación ante la presencia del anuncio en otros 15 países más. La empresa mostró su desacuerdo con los colectivos que se quejaron y aseguraron que previamente a la publicación realizaron un sondeo en el que participaron mujeres y no se sintieron discriminadas. Diez años después la historia se repite pero en España.

Cartel de la campaña en México.

Cartel de la campaña en México. El Periódico