La brecha de género en las carreras técnicas y científicas -faltan chicas matriculadas en estas áreas-, tiene una cara complementaria menos conocida: las preocupantes tasas de repetición de curso y fracaso escolar entre los chicos, mucho más altas en comparación con las de sus compañeras.

En España, el 60% de los que repitieron en la primera etapa de educación secundaria son chicos, un porcentaje ligeramente inferior a la media de la OCDE del 61%, por tanto no es una "anomalía" de nuestro país, afirma Lucas Gortazar, asesor del Banco Mundial y coordinador de educación del Centro de Políticas Económicas de Esade, un laboratorio de ideas independiente. Actualmente, Gortazar y su equipo están trabajando en un proyecto de investigación sobre el fracaso escolar entre los varones y cómo reducirlo, cuyos resultados se conocerán a final de curso.

Bidireccional

"Está ocurriendo en muchas partes del mundo que hay brechas de género en ambas direcciones y que se manifiestan de manera distinta. Obedece a factores estructurales, de madurez y a normas sociales, pero en el caso de España la cuestión es particularmente aguda o llamativa".

En esta realidad, explica Gortazar, asesor del Gobierno en el Plan 2050, concurre que en España "hay una cultura educativa basada en contenidos muy amplios y al mismo tiempo muy superficial", donde se produce "una dejación del alumnado más rezagado, que el sistema va expulsando".

De la felicidad a la desafección

Al contrario que en los países de influencia alemana, donde a los alumnos se les dirige a una edad temprana a la Formación Profesional, en España tiene mayor influencia el modelo francés, en donde es prevalente el sistema de repetición de curso, sobre todo en 1º y 2º de Educación Secundaria Obligatoria (ESO).

Los estudiantes llegan de Primaria y se enfrentan a una realidad completamente nueva -el currículum, los docentes con formaciones distintas...-. Ahí empieza una "carrera de obstáculos, más academicista, que genera desafección hacia la escuela, más acentuada entre los chicos.

Cuando el equipo de Gortazar redactó uno de los capítulos del Informe 2050 uno de los aspectos que les llamó la atención es que una encuesta de la OMS reflejaba que a los niños españoles de Primaria les gustaba mucho la escuela, pero a los 14 años había "un salto enorme". Pasa de ser de los más altos del mundo a los más bajos. El consultor del Banco Mundial explica que en todos los países, los varones adolescentes presentan una mayor actitud "anti-escuela", pero el rechazo es mayor en España y Europa.

Empleo de baja cualificación

Otros factores que explican el mayor número de repetidores varones tienen que ver con los factores de comportamiento sociales y económicos de la sociedad española: su estructura económica y la demanda de empleo de baja cualificación hace que durante "mucho tiempo haya habido una demanda de mano de obra que no estaba mal remunerada -sector de la construcción antes de la crisis del 2008-.

A ello se añade que en nuestro país, desde hace años, no hay una suficiente oferta de plazas de Formación Profesional, una enseñanza por la que los varones muestran más interés. "Si a todo esto le sumas la anomalía de que en nuestro país si no te dan el titulo de la ESO te quedas fuera del sistema, en vía muerta, y hay un discurso fuerte de 'cómo le voy a dar a un niño un título que no entiende un texto'... cuando la educación es un derecho constitucional", subraya Gortazar.

El problema del fracaso escolar -añade- es que después tiene consecuencias para toda la vida, genera desigualdades, "entras al mercado laboral sin una formación media y vas encadenando contratos temporales toda tu vida". La solución reside en "pasar de una cultura selectiva, basada en el suspenso y en la repetición que aplicamos indiscriminadamente a chavales de 12 años, a una cultura más inclusiva y a un currículum más razonable, y acompañarlo de más apoyo a los rezagados desde edades más tempranas (desdobles, adaptaciones curriculares o tutorías en pequeños grupos...).

Concluye el asesor del Banco Mundial que en España se carece de una "política sistemática para los rezagados en las edades claves de Primaria que es cuando se aprende a leer, a estar en la escuela, cuando asientas todas las bases que luego uno va a desplegar".