Por duro que pueda parecer, para algunas personas, en determinadas situaciones, es mejor conocer de antemano que uno de sus seres queridos tiene pocas posibilidades de sobrevivir tras sufrir un accidente o una agresión que le haya provocado un trauma grave. Si no fallece de inmediato y está varios días ingresado, al menos tienen una información fidedigna de su situación inicial, que ayuda a no crearse falsas esperanzas.

Si bien, hasta ahora, proporcionar a las familias y los pacientes una información fiable y basada en un método científico y no en la experiencia del equipo sanitario no era posible. Pero el grupo de trabajo de Neurointesivismo y Trauma de la Sociedad Española de Medicina Intensiva Semicyuc ha creado una herramienta, que de un modo sencillo, temprano y eficaz, permite predecir el riesgo de fallecimiento de un ingresado en la UCI tras sufrir un traumatismo.

Se trata de un "hito internacional" puesto que existen modelos similares para otro tipos de pacientes, como por ejemplo los ingresados por covid, pero es la primera vez que se crea un registro científico para pacientes ingresados en uci con traumatismo, según explica a EL PERIÓDICO, diario perteneciente al mismo grupo editorial que este medio, el doctor Luis Servià, intensivista del Hospital Universitario Arnau de Vilanova de Lleida y uno de los autores del estudio. La investigación se ha publicado en abierto en la revista 'Critical Care', de forma que la nueva herramienta, denominada Retrascore, ya está disponible para su uso y manejo en las Unidades de Cuidados Intensivos de todo el mundo.

El registro ha sido posible gracias a la ingente base de datos Retrauci, que recoge diferentes variables de los pacientes críticos traumáticos ingresados en cualquier UCI española. El grupo de trabajo de Semicyuc ha estudiado más de 10.000 pacientes durante un periodo de cinco años y a partir de ahí se ha creado la herramienta para predecir el riesgo de muerte Retrascore. Dicho sistema se basa en factores muy variados, como la edad del paciente, si tiene o no alteraciones pupilares, hemorragia masiva, fallo hemodinámico y/o respiratorio, etc. A mayor puntuación, el riesgo de fallecimiento del paciente es más alto.

Misma asistencia

"Pero eso no significa que vaya a morir con seguridad; las primeras 24 horas pueden indicar que hay riesgo de fallecimiento pero después puede evolucionar mejor e incluso curarse", explica Servià. "No sería ético asistir de forma diferente a una persona que tiene el 20% de sobrevivir respecto al que tiene el 70%. A diario vemos pacientes con bajas posibilidades de sobrevivir capaces de superar el ingreso en la UCI y obtener el alta", apunta a su vez el doctor Javier Trujillano, el otro corresponsable del estudio.

Por ello, la herramienta está concebida con un triple objetivo: en primer lugar, informar a la familia de la forma más fiable posible de cuál es el pronóstico de su allegado tras sufrir un accidente, un disparo o un apuñalamiento. En segundo lugar, que el equipo médico disponga de una herramienta más en torno el estado del paciente. Y, en último lugar, comparar los resultados entre hospitales según la gravedad de los pacientes, como control de calidad o para poder instaurar medidas de mejora a nivel asistencial.

Por tanto, los usos son variados y "no hay que obsesionarse con decirle a la familia si el paciente tiene exactamente un 63% o 68% de posibilidades de sobrevivir, pero la familia tiene derecho a saberlo", concluye el doctor Servià.