La querencia de los rusos por la costa española es bien conocida. La Costa del Sol es uno de sus destinos favoritos bien para pasar los cálidos veranos salpicados de una actividad social ininterrumpida o bien para pasar desapercibidos entre los compatriotas que cuentan con residencia en la zona. Pues esto mismo ocurre en la Costa Blanca de Alicante y podría decirse que una de sus localidades ha sido elegida para comprar una villa por uno de los rusos más influyentes del mundo y que hoy tiene a la humanidad en vilo tras haber invadido Ucrania provocando una guerra, Vladímir Putin.

En el año 2019 un programa de televisión descubrió que el mismísimo presidente de Rusia elige una vivienda en Altea para pasar los meses estivales, y no en cualquier lugar, sino que estaría ubicada en la exclusiva urbanización Altea Hills a cuyas instalaciones no se puede acceder si no es con invitación de alguno de sus vecinos. Una barrera con personal de seguridad 24 horas mantiene estas opulentas casas a salvo de las miradas de los curiosos.

La entrada a la urbanización de Altea Hills está vigilada.

Los letreros en alfabeto cirílico que encontramos a la enterada del bello municipio de Altea puede dar una idea al visitante del peso que tienen los ciudadanos rusos en esta parte de la Comunitat Valenciana. De hecho, según el presidente de la Casa Rusia en Alicante, se estima que hay alrededor de 25.000 ciudadanos de este país empadronados en la provincia.

Muchos de ellos cuentan con un elevado poder adquisitivo que les permite acceder a residencias reservadas para multimillonarios con precios que pueden llegar a nublar la mente. En la ya citada urbanización Altea Hills se pueden encontrar apartamentos que rozan el medio millón de euros hasta mansiones de 7.500.000 euros.

Caros tratamientos de estética

Pero el maravilloso clima y las fantásticas vistas de esta localidad no es lo único de lo que ha disfrutado Putin en sus estancias en Altea. Hace unos años se descubrió que el mandatario ruso tiene mucha querencia por los cuidados estéticos y se preocupa por su imagen (la hinchazón de su cara podría hacer sospechar que ha recurrido a las intervenciones quirúrgicas para escapar de los signos de la edad).