Allá por 1916 Gregorio Corrochano, en una crónica, contó que el gran Joselito el Gallo toreaba en el patio de su casa, refiriéndose a la desaparecida Monumental sevillana. Eso se podría decir de Antonio Ferrera y la plaza de Olivenza, a cuento de la comunión que este torero logra con los tendidos oliventinos. Ayer indultó a un gran toro de Victorino Martín, “Madero” de nombre, un cinqueño que derrochó, a lo largo de toda su lidia, bravura y clase. Gran faena de Ferrera, e indulto merecidísimo. 

Era un toro hermoso, perfecto de hechuras, que ya de salida se quiso comer el capote del extremeño, tal era celo. Muy emocionante el puyazo: lo puso muy largo Ferrera, galopó el animal y el gran picador que es José María González, sin llevar la suerte hecha, citaba con el palo cogido por la mitad, y llamando al animal de esa guisa, cobró un gran puyazo. 

En el tercio, primero al natural, transmitía el victorino y seguía el engaño por abajo. Tres series de mucho calor, intensas, por constaban de muchos muletazos. Con la diestra pero sin montar la espada, faena que iba levantando un clamor, magnífico el toro y entregado el torero. Tanda a tanda, la faena fue creciendo, y en eso que se comenzó a pedir el indulto, que merecidamente se concedió. Gloria a “Madero, que pronto perpetuará su condición de toro bravo, y al que honró Antonio Ferrera con una gran faena. 

El resto de la corrida tuvo también gran interés. Quien ve una corrida de este ganadero, se acuerda pasado el tiempo, porque cada toro es distinto a sus hermanos. Corrida bien presentada y todos los toros -salvo el sobrero lidiado en cuarto lugar-, muy en el tipo de la ganadería, todos con hechuras de embestir. Además, también tuvo la suerte de caer en manos de Antonio Ferrera, que todo lo hizo bien, luciendo los toros en los tres tercios, especialmente en el caballo, cuando los ponía muy lejos y se podía ver galopar a estos animales. Todo un espectáculo. 

Antonio Ferrera da un pase con la muleta a uno de los toros. Jero Morales/ EFE

Cortó una oreja del primero, que humillaba y seguía la muleta casi haciendo un surco por el albero. Faena larga y muy templada, de mucha suavidad al correr la mano. Oreja. 

El segundo tuvo un punto de sosería pero Ferrera no se dejó dejar tocar la tela y, alternando ambos pitones, le hizo una faena muy planteada y mejor resuelta. fue ovacionado. 

El tercero tuvo sus complicaciones, pues reponía, por lo que tenía que perderle pasos. Consiguió llevarlo hacia delante y tapó los defectos del animal. 

El sobrero que hizo cuarto, por sus hechuras de toro montado, ya decía que no iba a humillar. A pesar de ello le hizo Ferrrera una faena larga, bien colocado, valiente y muy entregado. Oreja. 

Mansote el sexto, el animal soltaba la cara y en su querencia de chiqueros lo toreó Ferrera tapando sus defectos, que eran no ir hasta el final y salir con la cara a media altura. Con temple al correr la mano, logró muletazos largos. Ovación. 

Gran mañana de toros la que se ha vivido en Olivenza, de las que hacen afición.

Ganadería: 6 toros de Victorino Martín, todos cinqueños, sobrero el cuarto. el quinto fue indultado. Noble pero a menos el primero; pastueño pero un punto soso el segundo; reponía el tercero; le costaba humillar al cuarto; muy bravo y de mucha clase el quinto, que fue indultado; manso pero manejable el sexto. Pesos: 538, 565, 562, 560, 578 y 540 kilos.

Diestro: Antonio Ferrera, de blanco y oro, como único espada. Casi entera (Oreja); Pinchazo, casi entera y descabello (Ovación tras aviso); estocada desprendida (Oreja); estocada (Oreja); simuló la suerte (Dos orejas y rabo simbólicos): estocada y descabello (Ovación).

Actuaron como sobresalientes Álvaro de la Calle y Enrique Chapurra.

Saludaron tras parear al primero Rafi Goria y Antonio Ferreira; Ferrera, Antonio Chacon y Fernando Sanchez tras clavar ante el quinto; y otra vez Ferrera, Antonio Vázquez y Antonio Ferreira tras banderillear al sexto.

Plaza: Olivenza. Cuarto festejo de feria en horario matinal. Más de tres cuartos de plaza cubierta.