Hay pocos espacios donde autoras como bell Hooks salen de los márgenes para convertirse en top ventas. Cada vez hay más lugares reservados para ello en la capital catalana, en los que la cultura se aleja de estructuras como la patriarcal o la racista para ofrecer propuestas que se enfrentan cara a cara con los retos de este siglo. Uno de ellos es La Raposa, una librería especializada en feminismo, ubicada en el barrio barcelonés del Poble Sec que, además, convive en forma de cooperativa con un bar vegano. 

El talento literario y ensayístico de una persona no depende de su genitalidad, ni del género con el que se identifique. Aun así, son cuestiones que condicionan cualquier experiencia vital y la perspectiva con la que está escrita una novela u otra. Consciente de ello, Virginia Woolf reivindicó el papel de la mujer como autora de literatura en 'Una habitación propia' (1929), una protesta ya superada en la actualidad, pero que se encuentra en los cimientos del proyecto de La Raposa en tanto que librería feminista

Las lecturas escritas por mujeres son el tema central de las conversaciones de la barra de este espacio singular, de los pocos de la ciudad que se especializa en este tipo de publicaciones. "Es una librería transfeminista y antiespecista. La selección de los libros es muy especializada: aquí se pueden encontrar títulos al margen del feminismo más comercial", explica Nat Solar, una de las fundadoras de la cooperativa. Es decir, libros que dejan huella por su carácter subversivo y entre los que resuenan nombres como Brigitte Vassallo, Octavia E. Butler, Angela Davis y Eva Baltasar. 

Las vidas de las mujeres están atravesadas por distintas opresiones en función de su lugar de origen, clase social o sexualidad. En consecuencia, el feminismo se ha ido nutriendo de cada vez más capas, luchas y reivindicaciones que reconocen estos distintos ejes de opresión, dando lugar a la interseccionalidad. Este feminismo, que reconoce que las opresiones interaccionan entre sí y que deben abordarse de forma conjunta, es al que dan voz en La Raposa: "intentamos, además, seleccionar con cuidado los libros que tenemos aquí y tratar temas que no se tratan en otros espacios como la gordofobia, la discapacidad y el racismo", destaca Solar. 

El proyecto de la Raposa es mucho más que una librería y un bar: es un espacio desde el que se crea un marco teórico para el activismo y la militancia. "Leer es una buena manera de fomentar el pensamiento crítico y la opinión propia. Es también un buen recurso para las mujeres para crecer en todos los niveles: sexual, identitario y antiracista, por ejemplo", resume con acierto Solar. 

"Vimos que nos faltaba un espacio en Barcelona que fuera feminista transinclusivo, que mezclara el ocio y la cultura y que fuera accesible a la infancia", destaca Nat Solar. Trabajan, además, en red con otras entidades del barrio y del estado. Al surgir de una necesidad compartida, este lugar ha tenido una buena acogida. "A este espacio pueden venir mujeres solas, 'bolleras' y personas trans", explica Nat, que añade que en La Raposa prestan atención en dirigirse a las personas socias y a las usuarias en el género que deseen.