Sale por la televisión una mujer muy anciana, el rostro cruzado de arrugas y décadas, ojos vivos, acusadores. Está en Mariúpol, ciudad ucraniana al borde del mar de Azov atacada con saña por la Rusia de Putin, que ya ha dejado allí casi dos mil víctimas civiles. A su lado, su nieta cuenta que esa mujer cumplirá "si no pasa nada" (es decir si los rusos no bombardean su casa) cien años en abril: así que vivió la Segunda Guerra Mundial en esa misma ciudad, también parcialmente arrasada por los nazis el 30 de octubre de 1941 durante la invasión de la Unión Soviética. Es tremendo constatar cómo la actual invasión de Ucrania se parece tanto a lo más devastador del siglo XX. Cómo se repite la barbarie

Esta historia también demuestra que Europa es mucho más pequeña de lo que parece y que lo europeo nos atañe a todos. El comandante que logró la conquista de Mariupol hace ahora casi 81 años era el oficial de las SS Gerhard Bremer, quien recibió por tal acción la Cruz de Caballero de manos de Hitler. Años más tarde, Bremer fue uno de los criminales de guerra nazis que halló refugio en Dénia. 

Encarcelado por sus crímenes en campañas como la de Ucrania en 1941, en Dénia fue un próspero empresario en complicidad con el franquismo que jamás se arrepintió de su pasado

Su estancia en la capital de la Marina Alta nada tiene que ver con el tópico del fugitivo que se esconde en un apartado chalet aislado y trata de pasar desapercibido; por el contrario, es del refugiado nazi que más se sabe porque en 1955 fundó el primer complejo turístico del municipio, el Bremers Park Bungalows, en la suntuosa costa de les Rotes. Se convirtió así en un conocido y próspero empresario gracias a sus buenas relaciones con las autoridades locales y no tan locales del régimen franquista. Y todo ello sin arrepentirse jamás de su pasado: en sus fiestas de cumpleaños durante los años sesenta y setenta recibía a sus invitados con el uniforme de las SS, tal y como ha relatado el actual alcalde de Dénia, Vicent Grimalt. Bremer es uno de los nazis en los que basa su argumento «El Sustituto», la película recién estrenada de Óscar Aibar. Falleció el 29 de octubre de 1989 y está enterrado en el cementerio de Dénia

Bremer en Ucrania

Al concluir la Segunda Guerra Mundial, Bremer permaneció encarcelado hasta 1954, lo que prueba su participación en los crímenes del nazismo y de las SS. Fue un oficial importante de la maquinaria de guerra de Hitler y tomó parte en todas las campañas importantes de la contienda. 

Cuando comenzó la invasión de la URSS, la famosa Operación Barbarroja, fue adscrito al frente sur, el de Ucrania. Al mando de la compañía Kradschützen se dedicó a perseguir las entonces desorganizadas tropas soviéticas por la costa del Mar de Azov: en pocos días hizo 500 prisioneros y dejó abierto el camino hacia Mariupol, donde esperaba una chica de menos de veinte años que hoy es esa anciana que padece con tremenda mezcla de valentía y terror los bombardeos del ejército de Putin.