La retirada de la obligatoriedad de la mascarilla en interiores está a la vuelta de la esquina. El Gobierno, tras la controversia con comunidades como Cataluña, que solicitaba eliminar el tapabocas de manera inmediata, ya ha puesto fecha: el 19 de abril, justo después de Semana Santa. El Ejecutivo se ha inclinado así por la opción más prudente, que habían planteado gobiernos como el de Andalucía.

Según el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, dirigido por Fernando Simón, aún seguirán existiendo excepciones sobre su uso obligatorio.

Hospitales y centros de salud

Según el Ministerio de Sanidad, siguiendo las recomendaciones de los expertos de la Ponencia de Alertas, el uso de la mascarilla seguirá siendo obligatorio para el personal sanitario, pacientes visitantes de los centros de salud. A su vez, aquellas personas ingresadas también tendrán que mantener esta medida en las zonas comunes de los hospitales.

Residencias de ancianos

Como en el caso anterior, debido a la vulnerabilidad de las personas mayores que viven y conviven en estos centros, la obligatoriedad del uso de la mascarilla seguirá siendo efectiva tanto para el personal que trabaje en las residencias como para los visitantes de las mismas.

Transporte público

En lo que al transporte público se refiere, ya que por sus dimensiones existe una seria dificultad para poder mantener la distancia de 1,5 metros entre personas, el uso de la mascarilla también seguirá siendo obligatorio.

A criterio de cada uno

Más allá de los lugares mencionados hasta ahora, existen otros recintos donde el Ejecutivo dejará a criterio de la responsabilidad individual mantener o no el uso de esta última medida. Por un lado, ubicaciones como la restauración, los cines o las discotecas dejarán que los clientes decidan si llevar la mascarilla puesta, siempre atendiendo a posibles síntomas del virus que puedan presentar.

A su vez, lugares de trabajo como oficinas industrias se acogerán a las recomendaciones de los servicios de prevención de riesgos laborales, que valorarán si el uso del tapabocas es una restricción necesaria en función de las instalaciones donde convivan los trabajadores.

El caso de las aulas

Por último, en los centros escolares solamente se recomendará el uso de la mascarilla a profesores y otros trabajadores, además de alumnos que puedan ser vulnerables a factores de riesgo. La mínima transmisión entre los más jóvenes y la influencia negativa de la mascarilla en la interacción social ha llevado a instituciones como la Generalitat a reclamar de manera urgente la retirada de esta restricción en las aulas.