Como pelotas de ping-pong, incluso más grandes, según algunos testigos. Así era el granizo que este martes asoló la localidad turolense de Calanda poniendo en peligro buena parte de la cosecha de melocotónLas previsiones de la Aemet se cumplieron y a media tarde el cielo descargó una monumental tormenta que sorprendió a todos por el tamaño del granizo. En el núcleo urbano calandino también hubo daños, especialmente en los vehículos estacionados.

Desde la cooperativa San Miguel de Calanda, señalan que es "complicado" ofrecer en estos momentos un balance de los daños porque la afección depende de la zona donde descargó la tormenta de granizo y, también, de la variedad de melocotón. Carmen Rebullida, administrativa de la cooperativa, señala que "llueve sobre mojado" porque la cosecha de melocotón ya se encontraba mermada en un 70% por las heladas que se sucedieron durante la primera semana de abril. Aproximadamente y "a ojo de un buen cubero", calcula que el 30% de la cosecha que quedaba se podría haber perdido, por lo que habrá agricultores a los que solo les quede un 20-25% de la cosecha total. Otras fuentes estiman que se ha perdido el 90% de la producción, un desastre para el campo de la zona.

"Si no pedrea en Calanda, aún puedo salvar la fruta que me queda". Esto es lo que pensaba Antonio Palos, agricultor calandino, antes de la tormenta de granizo que descargó ayer por la tarde sobre Calanda y que terminó por enterrar todas sus esperanzas en sacar adelante la campaña. Para él, es un día "complicado" porque se viene de esa "helada generalizada" que, en su caso, ya había acabado con el 70% de su explotación. De lo que le quedaba, entre un 30 y 40% lo tendrá que mandar para zumo.

Durante esta semana, hubiera comenzado con la campaña de recolección y, en condiciones normales, su plantilla de trabajo rondaría entre los 20 y 25 trabajadores. Hoy tan solo tiene a su cuatro operarios de mantenimiento: "Aparte de todo, una de mis preocupaciones son los temporeros porque llevas trabajando con ellos 10-12 años y se te echan a llorar cuando les dices que este año no les vas a poder coger". "Es un mal sobre otro mal, en 22 años que llevo trabajando no había visto nada igual", sentencia Palos, quien calcula que, directamente, se está perdiendo esta temporada entre 400 y 500 puestos de empleo en la localidad e, indirectamente, habría que añadir todo lo que se genera en temas de alojamiento y restauración. "Somos agricultores y somos autónomos, capotearemos como podamos", finaliza resignado, no sin antes temer con "ir al banco a sacar préstamos" de cara a la campaña del año que viene.

La cosecha del melocotón ya había sufrido un duro golpe este año como consecuencia de las heladas de abril. Ahora el granizo ha terminado de rematar una producción que en el pueblo ya se calcula ha quedado reducida a un 25%.

Andorra, también afectada

Y sin solución de continuidad ni tregua alguna, este miércoles le ha tocado el turno a Andorra, que también ha vivido una gran granizada a primera hora de la tarde, un pedrisco que ha ocasionado daños materiales en hogares y vehículos y que ha también ha propiciado que parte de la localidad turolense se encuentre sin luz.