Unos piratas informáticos lograron acceder a los correos electrónicos de la Consejería de Salud y estafar 276.600 euros al suplantar a la empresa a la que se habían adjudicado las obras de acondicionamiento del hotel del Cenajo (Murcia) para que pudiera acoger a migrantes que estaban en cuarentena por la covid.

Así se recoge en dictamen emitido por el Consejo Jurídico de la Región de Murcia (CJRM), en el que se indica que la empresa que llevó a cabo los trabajos tiene derecho a percibir esa suma, que nunca llegó a la cuenta en la que debía efectuarse la transferencia por la acción de los defraudadores.

Afirma el informe de ese órgano consultivo de la administración que la orden de transferencia de la Consejería de Salud fue emitida en noviembre de 2020 a favor de la empresa constructora a la que se había adjudicado -por un total de 1,8 millones- el contrato de emergencia para realizar las obras de acondicionamiento y mantenimiento del hotel para que sirviera al fin pretendido.

Sin embargo, el dinero nunca llegó a su cuenta, por lo que aquella contactó con el servicio correspondiente de la administración regional y se comprobó la existencia del fraude, cometido por el procedimiento conocido por “phising”, y que fue denunciado a la Policía.

La estafa se produjo al aportar los autores de la misma un número de cuenta que no correspondía al de la empresa constructora, cuya identidad, presuntamente, suplantaron.

Ahora, al emitir el dictamen solicitado por la Consejería de Salud, el CJRM dice que subsiste la obligación de pago a la misma del principal y de los intereses de demora que procedan, al haber realizado los trabajos a satisfacción de la administración y no haber recibido el importe de la factura por la causa apuntada.

Al mismo tiempo, ese órgano consultivo de la administración recomienda a la Consejería revisar las medidas de seguridad informática para evitar que se repitan situaciones como la sufrida, en la que los desconocidos lograron modificar la cuenta bancaria a la que se debía realizar la transferencia.

Y añade que la buena fe de los funcionarios se vio sorprendida por terceras personas que falsificaron los documentos a través de los cuales lograron cometer el fraude.