Lo más normal es que todos tengamos una cuenta corriente en el banco para guardar nuestro dinero y contar con otro indispensable: las tarjetas, sean de débito o de crédito, u otros formatos digitales, como el pago con el móvil o el bizum. Las cuentas bancarias son la base del ahorro de las familias, que con la crisis económica derivada del covid y la guerra de Ucrania han perdido poder adquisitivo.
Los precios se han disparados con un agosto con la electricidad más cara de la historia, y muchas personas están pasando por una situación económica complicada, en la que no se permiten tener el dinero suficiente en sus cuentas bancarias. Aun así, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) asegura que no es recomendable tener mucho dinero en el banco. "Una cantidad prudente puede ser el equivalente a tres meses de tu salario", recomienda el organismo. Explicado con un ejemplo: si un trabajador gana 2.000 euros mensuales, debería tener ahorrados unos 6.000 euros, aproximadamente.
La razón es que los bancos no tienen capacidad para asumir todos los pagos y obligaciones en caso de quiebra. Por mucho que el dinero sea tuyo y lo hayas ahorrado con el sudor de tu frente. España, como el resto de países de la Unión Europa, tiene un Fondo de Garantía de Depósitos, el cual garantiza un máximo de 100.000 euros por titular.
"Si tus ahorros superan los 100.000 euros en cuentas y depósitos, procura repartirlos en varias entidades", recomienda la OCU. Así, si una persona tiene 130.000 euros en un mismo banco y este quiebra, solo tiene garantizada la devolución de 100.000 euros. En cambio, si lo reparte en dos entidades se aseguraría recibir la totalidad de sus ahorros.