El placentino Javier García Pajares, primer estudiante sordociego Erasmus de Europa, ha contado su historia de superación personal y profesional en un encuentro organizado por la Universidad CEU San Pablo al que han asistido cerca de 400 alumnos. La charla de García Pajares, titulada ‘Rompiendo barreras. Creando oportunidades’, se desarrolló dentro del programa CEU de Apoyo a Estudiantes con Discapacidad, creado para fomentar la inserción de estos alumnos y ayudarles tanto en su carrera académica como en su posterior inserción laboral.

García Pajares es especialista en Protección de Datos de la asesoría jurídica de Ilunion, del grupo social ONCE. No puede ver ni oír, pero gracias a las facilidades que le ha proporcionado su empresa ha cumplido su sueño de trabajar de manera autónoma. “Yo quería trabajar de forma independiente en el futuro y gracias a mi empresa y al trabajo con un ordenador con braille, lo he conseguido. No hay que cerrar puertas a causa de la discapacidad”, ha explicado a los asistentes.

La discapacidad de Javier se manifestó a los 15 años, y desde entonces su vida ha sido un camino de superación que le ha convertido en la persona que es hoy. Tras sufrir aislamiento y acoso escolar de adolescente, hechos que le sumieron en una depresión, tomó contacto con la ONCE. Descubrió entonces el mundo de la escalada, que le animó a replantearse su futuro: “Aprendí que en la vida podía llegar tan alto como quisiera. Todo se consigue con el esfuerzo. Hay que perseguir lo que nos apasiona”, recalcó.

Alejandro Oñoro Medrano.

Este joven se comunica con el resto de las personas con el sistema dactilológico en palma y también en braille. Esto es fruto del tesón y el esfuerzo que le llevó a estudiar un doble grado en Derecho y Administración y Dirección de Empresas en la Universidad Autónoma de Madrid y a superar retos deportivos de escalada.

Actualmente, García Pajares compatibiliza su trabajo y diferentes proyectos sociales con el deporte. Ha sido la primera persona sordociega en subir a la cumbre del Mulhacén y ha alcanzado el Almanzor y los siete picos de los Alpes de más de 4.000 metros, junto con sus compañeros del proyecto ‘Un mundo con sentido’. “La montaña es un rumbo de vida, te marca un objetivo, pero se disfruta de todo el camino, de la experiencia. Vives las emociones del resto de compañeros que me describen todo el entorno”, ha explicado.

En el mismo acto, el consejero delegado de Ilunion, Alejandro Oñoro Medrano, subrayó que su grupo quiere ser un referente para otras empresas y convertirse en el mejor lugar para trabajar. “Queremos crear empleo para gente en riesgo de exclusión, inmigrantes, víctimas de violencia de género, etc. Ser referentes en el mundo empresarial con alianzas estratégicas como la del CEU: poner en valor la capacidad de las personas con discapacidad”, dijo. El  objetivo principal del grupo, nacido hace ocho años, es “construir un mundo mejor con todos incluidos”. “Transformarse -señaló- no es una opción, es una obligación donde la excelencia debe ser el camino para hacer un mundo más sostenible, mejor que el de ahora”.