La semana de descuentos del año no ha hecho más que empezar. El consumo se dispara de cara a las fiestas navideñas. Lo que hace unos años tan solo era el 'black friday' -viernes negro-, ahora se ha consolidado como una época, que se llega a prolongar más de siete días e incluso algunos establecimientos mantienen la rebaja un mes. Sin embargo, no llega en el mejor momento: en plena crisis económica, con los precios de la luz, el petróleo, el gas y las materias primas disparados.

Pese a ello, gran parte de consumidores aprovecharán para hacer compras. Muchas de ellas, online. Lo que conlleva una serie de riesgos en las estafas de internet. Los ciberdelincuentes están al tanto del incremento de las ventas y no dudarán en extraer dinero o datos personales para hacer movimientos fraudulentos.

Entre los fraudes más comunes destacan: el “phishing” y el “smishing”. La primera es un método para engañar y hacer compartir contraseñas, números de tarjeta de crédito e informaciones confidenciales haciéndose pasar por una institución de confianza en un mensaje de correo electrónico o llamada. La segunda, cada vez más común, consiste en el envío de un SMS a un usuario simulando ser una entidad legítima (banco, institución pública...) con el objetivo de robarle información privada o realizarle un cargo económico.

Para evitar este tipo de estafas, hay que tener en cuenta los siguientes factores:

Te puede interesar:

  • Evitar devolver llamadas a números spam o que generen desconfianza.
  • No hacer click en enlaces que se reciban a través de SMS en caso de sospechar que su origen sea un fraude. Incluso, de los propios bancos en caso de no haber solicitado dicha información o no tener constancia previa.
  • Intentar no visitar páginas que no sean seguras (protocolo https).
  • No descargar archivos de páginas que no son oficiales.
  • Actualizar el software de teléfonos móviles, tablets y ordenadores a sus últimas versiones, que normalmente dotan de mayor seguridad.
  • Utilizar contraseñas seguras, con diferentes caracteres y que incluyan: mayúsculas, minúsculas y números.
  • En tiendas online, desconfiar de precios excesivamente bajos y de ofertas demasiado llamativas.
  • No caer en regalos, premios o artículos gratuitos si a simple vista ya hacen desconfiar.

No obstante, no es tan fácil evitar sufrir una estafa. En caso de haber sido víctima de un fraude, lo mejor es denunciar a la policía y contactar con el banco a la mayor brevedad posible.