Las urgencias pediátricas están colapsadas en casi toda España. “Se están batiendo registros históricos de niños atendidos”, explica el doctor David Andina, pediatra de urgencias en Madrid, que insiste en que los tiempos de espera se multiplican. Las plantas de hospitalización y las ucis infantiles también están llenas. El Virus Respiratorio Sincitial (VRS) suele producir una epidemia anual de noviembre a marzo, con un pico a mediados de diciembre. Este virus provoca cuadros de bronquiolitis, que es la causa más frecuente de ingreso en niños pequeños. Es la tormenta perfecta, así que todos los pediatras están recordando la vital importancia de alejar a los niños y las niñas de personas con síntomas respiratorios. Especial cuidado (e higiene) hay que tener con los bebés menores de un año.

Ante el menor síntoma de tos, vómito o fiebre, muchos padres y madres -especialmente los primerizos- se asustan. ¿Debemos ir al hospital? La Sociedad Española de Urgencias de Pediatría (SEUP) tiene un documento con forma de semáforo para orientar a los progenitores. El color verde es para aclarar que no hay urgencia y que se puede solicitar, simplemente, una consulta al pediatra en el centro de salud. El ámbar es para los síntomas que sí requieren una visita a urgencias. Y el rojo, para las situaciones en las que hay que llamar al 112 o acudir “de forma inmediata” al hospital.

1. No acudas a urgencias si...

Si tu hijo tose o tiene mocos pero no sufre ninguna dificultad para respirar no es necesario que acudas a urgencias. Basta con que pidas una cita en el centro de salud con su pediatra. Lo mismo hay que hacer si vomita de forma puntual o le duele (no mucho) la tripa y el dolor va y viene. Si has observado manchas en su piel, pero desaparecen al presionar tampoco es necesario acudir a urgencias.

2. Acude a urgencias si...

Si tu hijo tiene dificultades para respirar (se le marcan las costillas o lo hace de manera muy rápida o con un pitido) sí que es conveniente acudir a urgencias. Lo mismo si es un bebé menor de tres meses y tiene fiebre (38 grados o más). El doctor Andina recuerda que, en esta franja de edad, una temperatura axilar o rectal de 38ºC o superior abre la posibilidad de una infección bacteriana y es necesario realizar una analítica de sangre y orina. Para el resto de las edades, si la fiebre es superior a 40,5ºC (tomada con termómetro axilar, no frontal, que puede sobrestimar la fiebre) también hay que acudir a urgencias. Lo mismo si tu bebé, de un mes de vida, vomita de manera persistente tras todas las tomas. Y también si aparecen manchas rojas en su piel que no se van cuando presionas con el dedo.

3. Acude inmediatamente a urgencias si...

Además de la dificultad para respirar grave, la fiebre persistente y la aparición súbita de manchas en la piel, el semáforo de la SEUP recuerda que hay que llamar al 112 o presentarse inmediatamente en urgencias si el pequeño tiene un mal color de piel (azul o grisáceo), así como movimientos anormales (convulsiones) o no responde a estímulos. Lo mismo tiene una herida profunda con sangrado que no para tras aplicar presión durante 10 minutos o si pierde el conocimiento después de darse un golpe en la cabeza.