Tribunales

Una familia gallega batalla en los juzgados para evitar que traten a su hijo con electroshock

Un juez ha permitido a la sección de Psiquiatría del hospital provincial de Conxo aplicar a I.B.A.P., de 30 años, una terapia electroconvulsiva

Hospital provincial de Conxo, Galicia.

Hospital provincial de Conxo, Galicia. / ANTONIO HERNÁNDEZ RIOS

Marcos Manteiga

Batalla judicial, y desesperada, de una familia de Arzúa (A Coruña). Trata de impedir la decisión de un juez de permitir a la sección de Psiquiatría del hospital provincial de Conxo aplicar una terapia electroconvulsiva (TEC), más conocida como electroshock, a uno de los hijos, I.B.A.P que cuenta con 30 años de edad.

Según el padre del afectado, que responde a las iniciales J.C.A., “mi hijo sufrió un brote psicótico hace algo más de un mes; lo llevamos al CHUS y de ahí lo enviaron al Provincial, y la psiquiatra, sin su consentimiento, pidió una orden para que se quedara ingresado”.

"No nos dejan sacarlo", claman

 consentimiento 

La familia del joven arzuano ha vuelto a mover pieza, y sigue intentando evitar un tratamiento que ni ellos ni el paciente desean. Así, y tras dar luz verde el juez a la recomendación de los médicos, están remitiendo escritos tanto al juzgado como a los responsables del Hospital Provincial de Conxo para evitar que se aplique –desde este mismo lunes– el TEC.

En concreto, la comunicación hace hincapié en que la familia del paciente “desea trasladarlo urgentemente a la Clinica de Salud Mental Samu Welness”, donde cuentan con “una amplia cartera de servicios asistenciales”. Su versión choca con la de los médicos, que defienden el tratamiento indicado para los trastornos que padece , entre ellos el de ansiedad, además de haber sufrido un brote psicótico hace alrededor de un mes.

Tras ser derivado del Clínico, su padre J.C.A. afirma que el joven quedó ingresado “sin su consentimiento”. En el escrito remitido, el abogado Francisco de Borja Gómez explica que, en un primer momento, el hijo acudió al hospital “de forma voluntaria”, y que “nunca ha amenazado a terceras personas”. También han sido informados por “varios psiquiatras” de que el TEC “de aplicarse, sería el último de los recursos y, además, no tiene carácter curativo”; que tampoco es urgente, y plantea “posibles graves efectos secundarios”.