El tumor más mortal

España cribará a partir de junio el cáncer de pulmón en fumadores y exfumadores

Un total de 38 hospitales, nueve de ellos en Catalunya, arrancan una prueba piloto que quiere consolidar en 2028 los test para detectar precozmente el tumor más mortal

Un hospital de Barcelona realiza un TAC a una paciente.

Un hospital de Barcelona realiza un TAC a una paciente. / Ricard Cugat

Beatriz Pérez

Un total de 38 hospitales de la sanidad pública (nueve de ellos en Cataluña) comenzarán a hacer cribados de cáncer de pulmón con una tomografía axial computarizada (TAC) a partir de junio. Se trata de una prueba piloto del proyecto nacional Cassandra (Cancer Screening, Smoking Cessation and Respiratory Assessment), un programa multidisciplinar promovido por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), fruto de un "acuerdo histórico" entre diferentes sociedades médicas y que cuenta con el respaldo del Ministerio de Sanidad. Los cribados se harán a personas de entre 50 y 75 años que aún fumen o hayan dejado de fumar, como máximo, en los últimos 15 años. El cáncer de pulmón es el que más muertes produce en todo el mundo y el tabaco es su principal factor de riesgo. "Es un problema de salud pública", señalan los neumólogos. Cada año mueren en España 30.000 personas por esta enfermedad y varios estudios apuntan a que estas pruebas reducen su mortalidad hasta un 24%.

El proyecto Cassandra busca, desde hace años, aportar pruebas sobre la factibilidad del cribado de cáncer de pulmón, algo que ya está implementado desde hace tiempo en países anglosajones. Los impulsores de esta prueba piloto esperan que en 2028 el cribado del cáncer de pulmón ya esté incluido en el sistema nacional de salud de España y se sume a los cribados de mama, colon y cérvix, que existen desde hace años y que sirven para detectar precozmente estas enfermedades. Cataluña Madrid son las comunidades más representadas en este proyecto. A lo largo de los próximos cinco años, el proyecto cribará alrededor de 50.000 casos en toda España, de los cuales unos 20.000 vendrían solo de Cataluña.

Algunos estudios apuntan a que estas pruebas reducen la mortalidad general hasta un 24%, el 40% en las mujeres

En Cataluña, la prueba piloto la desarrollarán el Hospital del Mar, Sant Pau, Vall d'Hebron, el Clínic (los cuatro públicos de Barcelona), el Arnau de Vilanova (en Lleida), Mútua de Terrassa, los hospitales Joan XXIII y de Reus (ambos en Tarragona) y el Germans Trias i Pujol (Can Ruti, en Badalona). Además, en paralelo, la Conselleria de Salut está trabajando por su cuenta en el desarrollo de otro programa piloto de cribado del cáncer de pulmón en el marco de un proyecto de investigación con financiación europea que presentará "próximamente", según fuentes del departamento que no aportan más información al respecto.

Sin consenso médico

Sin embargo, a diferencia de otras pruebas de detección, no existe un consenso médico sobre los cribados de cáncer de pulmón, entre otras cosas porque se realizan con un TAC, una prueba más invasiva que la de sangre en heces (para el cáncer colorrectal) o las mamografías (el de mama) debido a que emite radiaciones. Aun así, los TAC aprobados para cribados de cáncer de pulmón en otros países tienen "dosis muy bajas de radiación". "Esto que viene [los cribados de cáncer de pulmón] será obligado, independientemente de sus detractores", defiende Roberto Chalela, neumólogo de la unidad de endoscopia respiratoria y cáncer de pulmón del Hospital del Mar y miembro de la Societat Catalana de Pneumologia de la Acadèmia de Ciències Mèdiques de Catalunya.

Chalela recuerda que el el cáncer de pulmón es, "de lejos", el cáncer que más muertes produce en el mundo: entre 1,8 y 2 millones cada año. "Produce muchas más muertes que el cáncer de mama y próstata juntos", señala este neumólogo, quien insiste en la necesidad de introducir cribados para detectarlo precozmente porque, hoy día, "menos del 25% o 30% de los cánceres de pulmón que detectamos están en un estadio inicial". El coste de pruebas como los TAC y que estos cribados se hagan en personas fumadoras (además de en exfumadores) son otras de los motivos que esgrimen los contrarios a su implantación.

Sin embargo, como defienden sus impulsores, el proyecto Cassandra va más allá del cribado en sí, ya que incluye también "la prevención del tabaquismo y de otras enfermedades respiratorias", como explica Juan Carlos Trujillo, coordinador del proyecto Cassandra y jefe clínico del Servicio de Cirugía Torácica de Sant Pau. Este 28 de abril una reunión en Madrid servirá de "arranque" del proyecto y cerrará algunos flecos pendientes. "Por ejemplo, no todos los hospitales tienen el mismo 'software' para leer el TAC y eso puede provocar diferentes lecturas. Necesitamos homogeneizarlo".

La "complejidad" del TAC

Los médicos reconocen que el "gran problema" del cribado del cáncer de pulmón es la complejidad de la prueba: el TAC de tórax. Por eso no se le realizará a toda la población (como ocurre con el cáncer de mama, por ejemplo: se les hace radiografías a todas las mujeres mayores de 50 años), sino solo a personas con una determina edad y que fumen o sean exfumadoras.

La atención primaria vehiculará estos cribados. "Una persona que vaya a su CAP, si este pertenece a alguno de los hospitales del proyecto Cassandra, y si ella cumple unos criterios, podrá hacerse este TAC. Otra fuente de entrada será el propio hospital: por ejemplo, el típico paciente que tiene asma", señala Trujillo.

Estos criterios de inclusión serán la edad (entre los 50 y 75 años) y un número determinado de cigarrillos. Estos cigarros se calculan según el índice de paquetes de cigarrillos anuales (IPA): el número de cigarrillos por día multiplicado por el número de años fumando dividido por 20. Si el resultado es 20 o más, debe hacerse el cribado. En el caso de los exfumadores, se cribará a aquellos que tengan entre 50 y 75 años, lleven un 15 años o menos sin fumar (15 años es el punto de corte donde el riesgo de cáncer de pulmón se equipara al de un no fumador) y el índice IPA sea 20 o más.

El proyecto Cassandra incluirá un análisis de la prueba piloto al año, a los tres y a los cinco años. "En cinco años se tratarán todas las conclusiones y esperamos tener toda la información para que se incluya en la cartera de servicios", señala Trujillo.

Baja supervivencia

Estos médicos creen que los cribados en cáncer de pulmón servirán para detectar precozmente una enfermedad que, cuando se diagnostica en estadios avanzados, tiene una supervivencia "muy baja" en cinco años. "A pesar de que la inmunoterapia ayuda a sobrevivir, la mortalidad sigue siendo muy alta. Es un problema de salud pública y eso lo tienen claro todas las sociedades científicas", defiende el neumólogo.

"Un estudio americano en 2010, el 'National Lung Screening Trial (NLST)' demostraba de forma contundente que hacer TAC de tórax en pacientes de riesgo cada año reduce la mortalidad en un 20%. Ese año muchos países anglosajones se pusieron a hacer 'screenings'. Estamos en 2023 y nosotros [los países europeos] ni nos hemos puesto de acuerdo", se lamenta. Otro estudio clínico realizado en Países Bajos y Bélgica, el Nelson, demostró que estos cribados reducían la mortalidad un 24%. Según otros datos, en mujeres este porcentaje podría llegar al 40%.

Este neumólogo, que cree que el cribado en cáncer de pulmón se ha vuelto "obligatorio" debido a su "espectacular" impacto, pone énfasis en que un TAC permite además detectar más enfermedades, no solo el cáncer. "En los próximos cinco años ya debería existir un plan nacional de cribado de cáncer de pulmón. El primer estudio es ya de hace 13 años: cada año que pasa es perder tiempo. Los próximos cinco años son fundamentales para diseñar una hoja de ruta y que se tomen decisiones a nivel estatal", insiste.