Encuentro internacional de rectores en València

La universidad se emplaza a formar al profesorado en el uso de ChatGPT

Los planes oficiales de formación a los docentes no incluyen aún cómo incorporar la inteligencia artificial al aula

Un usuario accede a ChatPGT.

Un usuario accede a ChatPGT.

Olga Pereda

“La universidad y la sociedad han ido en contra del progreso demasiadas veces a lo largo de la historia. Eso no puede volver a pasar”. Con esta frase, el rector de la Universitat de Lleida, Jaume Puy, da la bienvenida a una tecnología llamada a revolucionar las aulas, ChatGPT, un chatbot que se sirve de la Inteligencia Artificial (IA) para poder conversar, dar respuesta a multitud de preguntas y redactar textos de forma creativa. Todos los rectores asumen que la IA es el presente de los campus. Ahora bien, ¿están preparados los docentes para este cambio de era? Solo algunos.

A nivel oficial, los planes de formación y reciclaje del profesorado universitario no incluyen todavía cómo utilizar académicamente ChatGPT, según reconocen los máximos responsables de las universidades, reunidos en València en el encuentro Universia, organizado por Banco Santander. Tampoco ha habido tiempo. El ambicioso proyecto digital está en boca de todos, pero fue lanzado hace poco, el pasado 30 de noviembre. Los alumnos, eso sí, han corrido más. Ya hay estudiantes universitarios (también de ESO y bachillerato) que echan mano del chatbot para estudiar, realizar trabajos o deberes e, incluso, aprobar exámenes.

“La tecnología avanza muy deprisa”, admite el rector de Girona, Joaquim Salvi Mas que, sin embargo, explica que algunos docentes sí que están utilizando ChatGPT como herramienta de trabajo en el aula. Licenciado en Informática y doctor en Ingeniería Industrial, Salvi Mas asegura que, en algunas asignaturas de algunos grados, se permitirá usar ChatGPT incluso en los exámenes, como actualmente sucede con las calculadoras o los libros de texto. Depende de la asignatura. Y, por supuesto, del profesor o profesora. "Estamos preparados para los cambios. La IA es una herramienta más", concluye el rector.

Daniel Crespo, máximo responsable de la Universitat Politècnica de Catalunya(UPC), pone un ejemplo con el que pone de manifiesto que, efectivamente y aunque no esté incluida -de momento- en los planes de reciclaje y formación del profesorado, ChatGPT está presente en los campus. "Un profesor propone el siguiente examen a sus alumnos: 'Le he preguntado algo a ChatGPT y esto es lo que me ha respondido. Tenéis que decirme si es cierto o no. Si es incorrecto, debéis argumentar por qué". Según Crespo, iniciativas como estas sirven para demostrar a los estudiantes que "no te puedes creer todo lo que diga el chatbot, por más excelente que sea". "Hay que tener espíritu crítico", concluye.

El rector de Lleida insiste en que el objetivo de la universidad es formar personas con criterio y base científica. "Las máquinas no funcionan si no hay personas detrás. El cambio de la sociedad exige variaciones en los planes de formación. Los profesores se forman y actualizan en nuevas tecnologías, aunque quizá no con la suficiente urgencia", comenta.

Fuera de nuestras fronteras, ChatPGT también está en la agenda universitaria a pesar de que a los profesores no les ha dado tiempo a ponerse al día. "Lo primero que debemos hacer es capacitar al profesorado. Formarles en tecnología digital y nuevos formatos porque ellos no lo saben todo", explica Enrico Schleiff, presidente de la Universidad Goethe (Alemania), también presente en el encuentro Universia. "A veces somos demasiado lentos, deberíamos adaptarnos con más rapidez", añade.

Daniel Faccini Castanho, cofundador del grupo educativo brasileño Ânima Educação, no duda en calificar el tiempo que vivimos de "cambio de era". El experto se pregunta cuál será el papel del profesor a partir de ahora. Y responde: "Una cosa está clara, el proceso de trasmitir contenidos, hacer exámenes y otorgar notas va a ser sustituido por la Inteligencia Artificial"”, pronostica dejando clara la necesidad de los campus de "reinventarse".