Estudió Farmacia en Salamanca y cursó un máster de Industria Farmacéutica en Madrid. Este placentino que defiende la bondad de las vacunas contra el covid-19 y el avance de la ciencia, es hoy Jefe de Inspección Farmacéutica en Las Palmas de Gran Canaria después de haber sido uno de esos jóvenes sobresalientes que aprobó, y a la primera, las oposiciones a Farmacéutico del Estado.
-Se extendió la sensación de que las vacunas eran la panacea.
-Las vacunas son una herramienta esencial para combatir la pandemia, eso está claro, sobre todo para disminuir la severidad de los cuadros más graves, y están ayudando mucho, pero no hay que obviar las demás medidas de protección, siempre la distancia, la mascarilla y la limpieza de manos son imprescindibles con estos niveles de contagio que estamos teniendo.
-¿Han funcionado?
-Pienso que sí. Las vacunas están retrasando la aparición de nuevas variantes y realmente creo que tienen muchísimo que ver con que gran parte del mundo todavía no está inmunizado y eso da pie a que aparezcan más cepas de las deseadas.
-Sobre todo en los países más pobres del planeta. ¿Puede pararse esta pandemia sin un buen reparto equitativo de inmunizaciones?
-Claramente es muy necesario no solo vacunar a nuestra población sino a todos los países del planeta. Obviamente cuantos más vacunados haya más bajarán los niveles de contagios, tanto en niños como en adultos. Aunque hasta que la pandemia no esté controlada a nivel global, no acabaremos con ella.
-¿La industria farmacéutica tiene la capacidad para fabricar en poco tiempo vacunas adaptables a las nuevas variantes del covid?
-Sí. Eso seremos capaces de llevarlo a cabo sin ningún problema. Quizá haya que vacunar con menor distancia de tiempo.
-Usted también ha trabajado en una farmacia, entiendo que hay que ir más allá del mostrador y que el paciente sea el protagonista.
-El paciente tiene que ser protagonista siempre. Hay que ser una persona abierta, empática con aquel que viene a demandar un servicio. Es clave el hecho de entender los problemas de los demás y saber enfocar cómo puedes ayudarles.
-¿A quién le echaría alcohol de romero?
-A Luis Manuel Osorio Padilla, un compañero de profesión y un excelente amigo, porque gracias a él hoy ejerzo este oficio.
-¿Qué son más poderosos, los recuerdos o el rencor?
-Siempre los recuerdos, sin lugar a dudas. Es lo que te queda de las buenas acciones realizadas o de las cosas que has vivido.
-Describa un recuerdo bonito de su infancia.
-Cuando viajamos a las Islas Canarias con el equipo de baloncesto de Plasencia para jugar el Campeonato de España.
-Y al final el destino le lleva de nuevo a Canarias.
-El mundo es un pañuelo y nunca sabes dónde vas a acabar.
-¿Cómo mata el tiempo Adrián?
-Haciendo deporte: el gimnasio, salir a correr, jugar al pádel, al baloncesto. La informática me gusta muchísimo.